Sobre una bicicleta rin 20 adornada con figuras infantiles, dio las primeras pedaleadas Xavier Rivero, un catiense de siete años, quien acudió ayer al Plan Caracas Rueda Libre a estrenar su obsequio de Nochebuena.
El radiante sol caraqueño fue el complemento del escenario perfecto para que cientos de niños y niñas asistieran a Los Símbolos, Los Caobos, la plaza O’Leary y la avenida El Cuartel de Catia, que fueron despejadas por la Alcaldía de Caracas y el Gobierno del Distrito Capital, a fin de ofrecer espacios a los más pequeños para disfrutar de los juguetes navideños.
La jornada especial se sumó a las 81 actividades anteriores de este plan que ha atendido a más de un millón y medio de usuarios, informó el presidente de la Cámara Municipal de Caracas, Eliécer Otaiza.
“El 25 de diciembre es un día muy especial en el que vienen muchos niños a recrearse y a disfrutar de sus regalos. Hoy (ayer) la municipalidad puso a disposición estos lugares de sano esparcimiento con el objetivo de regalar más sonrisas a los pequeños”, explicó el funcionario.
Oriana Martínez, recorrió en su carrito de batería la plaza Los Símbolos, en la parroquia San Pedro. Llegó hasta el paseo Los Próceres, continuó por Los Ilustres, pasando por la plaza Las Tres Gracias hasta que llegó nuevamente al punto de partida.
Rey y Luz, sus padres, siguieron muy de cerca a la pequeña durante todo el trayecto. Ella aceleraba el juguete como toda una experta.
Otros niños jugaban con carros y aviones a control remoto, mientras que muchas niñas paseaban a sus muñecas en coches, al mismo tiempo que hermanos, primos y amigos corrían de un lado a otro en monopatines, triciclos y bicicletas.
Exactamente a las 10:00 am comenzaron las clases de bailoterapia ofrecidas por los instructores de baile del programa Deporte y recreación de la municipalidad.
Durante toda la mañana se realzaron actividades deportivas y recreativas, entre ellas una jornada de salsoterapia, en la cual los más grandes, luego de realizar el acostumbrado recorrido, bailaron al ritmo de la salsa.
El tambor, joropo y la samba también hicieron bailar a quienes acudieron a la cita.
El entusiasmo de los más chiquitos de la casa bastó para animar a los adultos.
“Este es el día más esperado del año para los niños. Ellos esperan con ansias para destapar los regalos dejados bajo el árbol navideño. Mi hijo se levantó muy temprano para que lo trajéramos a pasear en su bicicleta. A pesar de estar cansados nos vinimos a las 10 de la mañana para que disfrutara”, dijo Diosa Barrera de El Valle.
A Roy Cabrera su abuelo lo llevó a la O’Leary que también estuvo concurrida.
“Estoy muy feliz, porque el niño Jesús me trajo una bicicleta y a mi hermano un triciclo. Qué fino que hoy los podamos estrenar aquí en este lugar!”, expresó.
Tenis de mesa, futbolito, disco volador y mesas de ajedrez también amenizaron la jornada.
Una vez más, los caraqueños apagaron los carros y se activaron en una jornada de ciclismo, patinaje, bailoterapia y aerobics mientras disfrutaban de las sonrisas de sus hijos al estrenar sus nuevos juguetes.
ANDREA DIAZ MOTA/CIUDAD CCS
