Sinfónica Simón Bolívar deslumbró a Mascat

  La Orquesta Sinfónica Simón Bolívar se anotó un éxito rotundo en su trayectoria, en los espacios de la Royal Ópera House de Mascat, en Omán, al interpretar las obras La Tempestad, Romeo y Julieta y la Sinfonía N° 4 del compositor ruso Piotr Tchaikovski, en una gira que se inició en París y finalizará en Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos.La invitación a este acto fue realizada en el año 2011 por la dirección del teatro omaní con la intención de conocer el exitoso trabajo que realiza el sistema de orquestas fundado en Venezuela por el maestro José Antonio Abreu, el cual ha servido para integrar a niñas, niños y jóvenes de sectores populares a la práctica musical sin ningún tipo de exclusión social o económica.

En un teatro inaugurado también en el año 2011, cuya vista interna y externa deslumbra, se presentó la agrupación venezolana, con una boletería vendida totalmente desde el primer día y una expectativa creciente por los criterios emitidos en los medios de comunicación del mundo sobre la calidad musical de su labor y por su vinculación con los niños y los jóvenes.

El público, formado por ciudadanos nacionales y extranjeros que residen en Mascat, se unió en el silencio primario que dio inicio a los primeros acordes. De allí en adelante, los músicos venezolanos se dieron a la tarea de volcar su calidad en el llamado Medio Oriente del mundo.

La fantasía y obertura de La Tempestad fueron escogidas para el inicio, quizás como una manera de introducir al público en un ambiente emocional que los envolviera bajo los efectos de una música rica en sensaciones, como es la del compositor ruso.

Los movimientos del maestro Dudamel, el flotar de la batuta y la respuesta disciplinada de los ejecutantes llevaron a producir una salva de aplausos al finalizar la pieza, en calidad de reconocimiento.

Romeo y Julieta siguió en la continuación del programa ofrecido, esta vez aderezada por el movimiento de banderas de Venezuela que muchos asistentes enarbolaban en saludo a sus compatriotas. El segmento de fantasía y obertura escogido para esta oportunidad terminó de colmar los ánimos de los presentes, quienes demoraron varios minutos el receso estipulado por los organizadores del espectáculo con un largo y cálido aplauso de pie.

Sin embargo, el clímax se logró con la Sinfonía N° 4, en la cual la fuerza de los instrumentos de viento impactó a la concurrencia, así como la variación de los tonos y los cambios frecuentes de ambientes emocionales que se producen en dicha pieza.

PÚBLICO SATISFECHO

El auditorio dio una muestra contundente de aceptación con aplausos, vivas y diferentes manifestaciones que fueron atendidas y recibidas con agrado por el maestro Dudamel y por los músicos que integran la orquesta, quienes se mantuvieron de pie en el escenario hasta que el director los llamó a interpretar parte de la sinfonía y el Alma Llanera, que muchos corearon mientras sostenían las banderas en las manos.

La gira continúa con un concierto junto a un grupo de niños de las escuelas de Mascat, con el fin de incentivarlos y de crear las bases para que se pueda institucionalizar un sistema pedagógico musical dirigido a niños y jóvenes de esa nación.
Igor García / Especial Omán
Foto Fundamusical

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