El capital destruye empleos

La lógica de funcionamiento del capital tiene la necesidad de población sobrante, formada por los desempleados y aquellos trabajadores con empleo precario. En cambio, el desempeño del mercado de la fuerza de trabajo en los países con gobiernos de orientación humanista, tiene una mayor capacidad de absorción de la fuerza de trabajo.

La economía venezolana presenta tasas de desocupación relativamente bajas que se ubican para el mes de mayo a 7,9% .

Ello expresa que el mercado de la fuerza de trabajo está realizando  aportes significativos a la creación de riqueza en Venezuela, en las  distintas actividades económicas, lo cual se fortalece con las políticas de inclusión social instrumentadas a través de las misiones sociales.

Las mismas contribuyen a asegurar el disfrute efectivo de bienes sociales de la mayoría de la población.

En tal sentido, solo aquellos gobiernos donde se avanza en la  construcción de un modo de producción con base en la maximización de los intereses del trabajador y de la comunidad es posible una utilización relativamente más efi ciente de la fuerza de trabajo, porque la idea no es aumentar la rentabilidad financiera, sino satisfacer necesidades humanas.

En Venezuela se ha verificado que las personificaciones del capital  incluso han recurrido a la destrucción del empleo, como en efecto ocurrió durante el golpe de Estado, el sabotaje petrolero y el paro patronal, durante los años 2002-2003, que tuvieron como resultado una destrucción de aproximadamente un millón de empleos.

Elías Eljuri/Correo del Orinoco

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