Comenzamos una nueva vida con nuestra casa propia

 

Parroquia Carlos Soublette, estado Vargas.- En medio de la Avenida Bicentenaria se encuentra el desarrollo habitacional «Mare Abajo II», frente a Playa Oasis, conformado por tres edificios construidos en tan solo cuatro meses y medio, y que cuentan con áreas recreativas y deportivas y el proyecto de una escuela. En este entorno comienza una nueva vida para sesenta familias de Vargas damnificadas por las lluvias de 2010.

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María y Gumersindo: casa con vista al mar 

Las intensas lluvias de hace dos años derrumbaron la casa de María Martínez y Gumersindo Oropeza. Desde entonces permanecían en un refugio junto a su hijo Gumersindo y su nieta Ángela. Ambos desempleados, viven con el sueldo mínimo del menor de sus cuatro hijos que trabaja como albañil. Para aportar un poco más de dinero, vende helados. Su nueva casa está ubicada en planta baja, el número 1 de la torre C. Reciben el apartamento amoblado, listo para vivir.

«¡Mi sueño se hizo realidad, por eso le doy las gracias a Dios y a Chávez!», exclamó María muy emocionada.

Suramaica Navarro: un hogar para criar a sus hijas

Madre soltera de tres hijas de 20, 16 y 14 años de edad. Desempleada, busca trabajo en los oficios que ha desempeñado durante toda su vida productiva: empleada del hogar o cocinera. Es coordinadora del refugio Guaripe Sector 2, lugar donde permaneció durante dos años junto a ocho familias, en total, 29 personas. Su casa se derrumbó en medio de las lluvias de 2010. Con mucha ilusión recibió la llave de su casa: «¡Aquí mis hijas tendrán una vida mejor!».


Una nueva vida para Belkis Centeno y Luis Osorio

Año y medio vivieron en el refugio San Antonio de las Flores junto a sus dos hijos, niño y niña de ocho y un año de edad. Ella busca empleo y él es obrero en el puerto de La Guaira. Con mucha esperanza espera el llamado para recibir la llave de su casa. Abraza a su hijo, muy fuerte, con una sonrisa que denota paz y tranquilidad.

 

 

Luisana Flores: se muda a Mare Abajo junto a nueve familias de su refugio

Su casa provisional estaba ubicada en San Ignacio del Cocuy, donde vivía junto a 21 familias afectadas por las lluvias desde hace dos años. Tiene dos hijos de 10 y cuatro años de edad, que están muy emocionados por tener ahora una habitación muy bonita en su nueva casa. Su esposo, Joel Osorio, trabaja como obrero en el Aeropuerto de Maiquetía y ella se dedica a las labores del hogar. No tenía palabras para expresar su inmensa emoción, sólo alcanzó a decir: «¡Gracias, señor Presidente!».

Las 4 hijas de Kiria Zapata ya tienen un hogar

La gran preocupación de Kiria era tener una casa para sus cuatro hijas con edades comprendidas entre 13 y cuatro años de edad. Trabaja como aseadora en el Hospital Padre Machado. Su casa estaba en Los Olivos, sector la Soublette de Catia la Mar, el agua se la llevó junto a todo lo que tenía. Un año y siete meses estuvo en el núcleo de desarrollo endógeno de Pdvsa ubicado en Urimare, donde vivía junto a diez personas más. Desde el balcón de su nueva casa nos dijo adiós, alegre, esperanzada y agradecida.

 

 

Por: María Inés Aular

 

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