Brasilia, República Federativa del Brasil. La presidenta de la República Federativa del Brasil, Dilma Rousseff, ratifica su compromiso de forjar una nueva etapa en el proceso histórico de cambio de la región.
Así lo reafirmó durante su discurso en el Palacio de Planalto, sede del Gobierno, este primero de enero de 2015, donde posteriormente saludó a mandatarios de países del mundo, quienes participaron en la toma de posesión.
“Brasil va a construir un país próspero”, fue la expresión de la mandataria recién reelegida, al destacar los proyectos que durante su gestión se llevaron a cabo y que serán impulsados en su segundo mandato, entre los que destacó los ámbitos de la educación, la alimentación, la estabilidad laboral y las políticas para incentivar el empleo productivo, el derecho de oportunidades a los más humildes y a las mujeres brasileñas.
“Juntos vamos a hacer la reforma política”, dijo, luego de hacer énfasis en que sin traicionar los compromisos sociales, Brasil tendrá ajustes en la economía, que forman parte del cambio para que todos los brasileños y brasileñas tengan acceso a una educación de calidad, y modificará la Constitución para mejorar la seguridad pública, salud, garantizar el empleo de calidad, formación profesional e innovación.
“Fui reelecta para continuar los cambios de Brasil, prometo que haré esos cambios, y asumo este mandato con más esperanzas, estamos juntos de pie, con la inmensa fe que tenemos en el pueblo de este país”, comentó en el Palacio de Planalto, donde se encontraban diversos representantes de movimientos sociales del país suramericano.
Rousseff valoró el profundo apoyo del pueblo que comenzó con el ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y que continúa con su Gobierno.
“Gracias a nuestros gobiernos, el del presidente Lula y el mío, hoy tenemos la primera generación de brasileños que no fueron testigos del hambre…”, agregó la mandataria.
En su intervención, la jefa de Estado resaltó que durante su nueva gestión, continuará con la política que favorezca al pueblo en materia de salario mínimo y la estabilidad económica.
“Después de 12 años de gobierno popular y de grandes transformaciones, el pueblo de Brasil tiene derecho a decir ni un paso atrás, este es mi compromiso. Este es mi juramento… ¡Viva Brasil, viva el pueblo brasileño!”, expresó Dilma Rousseff, quien dejó un mensaje cargado de fe y esperanza.
Por Rodicely Cárdenas Barillas
