San José, Costa Rica El presidente de la República de Ecuador, Rafael Correa, manifestó su respaldo a Venezuela, al Gobierno Bolivariano y al presidente Nicolás Maduro en la batalla que libra contra la guerra económica auspiciada por el poder imperial y los apátridas que pretenden desestabilizar a la nación venezolana.
El mandatario ecuatoriano, quien asumirá la presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), dijo: “Basta de guerras económicas contra países como Venezuela, que nos recuerdan bastante bien la guerra económica de la burguesía chilena contra Salvador Allende, cuando se dieron cuenta de que no podían vencer en las urnas, al ser contundentemente derrotados en marzo de 1973 en las elecciones legislativas”.
Durante la III Cumbre de la Celac, realizada en San José, Costa Rica, el presidente Correa también manifestó su apoyo al cese del bloqueo a la hermana República de Cuba, al derecho de Argentina sobre las islas Malvinas, a la detención de la guerra económica contra Venezuela, y a la búsqueda de paz que ha emprendido Colombia.
Al referirse a las acciones que debe emprender el bloque regional para erradicar la pobreza, aseveró que los países latinoamericanos y caribeños deben ser la vanguardia que derrote a la miseria: “La eliminación de la pobreza es un imperativo moral para nuestra región y para el planeta entero”.
El conocimiento es el pilar fundamental para la transformación y la reducción de la desigualdad. “El conocimiento nos hará más libres. Queridos colegas establezcamos en esta cumbre compromisos medibles y verificables”.
Entre los compromisos que debe adquirir la Celac mencionó la reducción de la miseria en cinco años, porque es una meta totalmente factible, para lo cual recomendó aumentar la inversión del 0,8 por ciento del PIB regional en investigación y desarrollo al 1,5 por ciento hasta el año 2020.
Es fundamental el crecimiento de los países aplicando el poder transformador de la ciencia, la tecnología y la innovación. Asimismo, recomendó elevar el presupuesto de la educación superior al 1,7 por ciento del PIB regional, lo cual va a permitir ubicar a por lo menos 12 universidades latinoamericanas entre las mejores 200 casas de estudio.
“La integración debe dar frutos concretos y para ello necesitamos metas cuantificables y trabajar con eficiencia, eficacia, decisión y excelencia. Además necesitamos mutua solidaridad”.
Por Maryuri Varela
