San José, Costa Rica.- La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), se ha convertido en la voz de los pueblos dueños de sus propios destinos, y los países de América Latina y El Caribe en el estandarte internacional de la recuperación de la dignidad humana, a través de la aplicación de políticas públicas en beneficio de las grandes mayorías.
Así lo dijo el presidente de la República del Ecuador, Rafael Correa, al asumir la presidencia pro témpore de la Celac, entregada por el presidente de Costas Rica, Luis Guillermo Solís, durante el desarrollo de la III Cumbre del bloque regional, realizada en San José, Costa Rica.
Su aseveración la realizó al recordar las palabras del expresidente de Chile, Salvador Allende, quien profetizó: «Algún día América tendrá una voz de pueblo unido, una voz que será respetada y oída porque será la voz de pueblos dueños de sus propios destinos. Aquí estamos queridos compatriotas».
El presidente Correa también manifestó que la Celac representa una gran oportunidad y esperanza para convertirse en un espacio de procesamiento de los conflictos regionales y para que los países que la integran puedan sostener diálogos igualitarios con América del Norte.
Al respecto, propuso la creación de centros de arbitrajes en la región y para la región, con el objetivo de evitar el atentado a la soberanía de los pueblos representado en los tratados de inversiones vigentes.
«Actuando por separado será el capital que nos imponga sus condiciones, juntos seremos nosotros los que impongamos las condiciones al capital en función de nuestros pueblos».
Igualmente, dijo que es fundamental expresarse ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) con posiciones comunes, porque es un hecho que fortificará a la Celac como interlocutor regional y su posición negociadora de manera estructural. «Separados no nos escucharán, unidos somos un grito que cubre todo el Planeta».
Por Maryuri Varela
