Venezuela honra a víctimas de la invasión estadounidense a Panamá en 1989

FOTO: Marcelo García
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Ciudad de Panamá, Panamá.- El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros,  llega al Chorrillo, en ciudad de Panamá,  para colocar una ofrenda floral ante el monumento de los caídos del 20 de diciembre de 1989.

Para el presidente Maduro esta visita a Panamá —a propósito de participar en la VII Cumbre de las Américas—, es la primera que cumple como jefe de Estado, por tanto quiso hacer una parada en la comunidad donde aún está viva la herida por aquella grosera invasión de diciembre de 1989.

El jefe de Estado y de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela es el primer Presidente que visita a esta comunidad fundada el 29 de abril de 1915, y cuyo nombre se deriva de una vertiente de agua que nacía en las faldas del Cerro Ancón, conocida popularmente como El Chorro.

Trinidad Ayola, presidenta de la asociación de familiares y amigos de los caídos del 20 de diciembre de 1989; Olga Cárdenas, presidenta del Comité Femenino Panamá Chorrillo; y Yolanda Varcacia, presidenta de los pequeños comerciantes y civiles afectados por la invasión del 20 de diciembre de 1989, recibieron al jefe del Estado venezolano.

El 20 de diciembre de 1989, tropas estadounidenses decidas a capturar a Manuel Antonio Noriega —quien para entonces era solicitado por las autoridades estadounidenses en calidad de narcotraficante— iniciaron a la medianoche la Operación Causa Justa, donde para entonces tenía su sede el Cuartel Central de la Policía y hacían vida cerca de 25 mil personas.

Hoy días las calles de El Chorrillo recuerdan la invasión, en sus paredes hay pintas que invitan a recordar siempre a las víctimas de la incursión estadounidense.

Voceros del Comité de Víctimas de la Invasión refieren que las mártires civiles podrían rondar los 500; más de dos mil heridos y hasta 18 mil desplazados de sus casas en El Chorrillo.

Las víctimas y sus familias siguen clamando justicia y el pleno esclarecimiento de los hechos.

Por Marynés Ladera

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