Ciudad de Panamá, Panamá. “Me siento en sintonía con el tema elegido para esta cumbre, prosperidad con equidad”, inicia el mensaje que el papa Francisco envió a los mandatarios americanos que este viernes dan inicio a la VII Cumbre de las Américas, en la Ciudad de Panamá, capital de la República de Panamá.
El mensaje leído por el Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, enviado especial del sumo pontífice para llevar su mensaje donde centra su interés en llamar a un nuevo orden de paz, y justicia, respetando las autonomías de los pueblos.
“La situación geográfica de Panamá la convierte entre un punto de encuentro entre el norte y el sur, una llamada a un nuevo orden de paz y justicia, respetando la justa autonomía de los pueblos”, expresó Francisco.
Pidió por mayor inclusión y equidad, deseos que aseguró es por todos compartidos y “aún está lejos de la realidad”.
Además comentó que América y el mundo tienen “el reto de globalizar la solidaridad y la fraternidad, en lugar de la discriminación e indiferencia, y para eso hay que resolver la distribución equitativa de los recursos”.
Pidió no esperar que los pobres sigan recogiendo migajas de las mesas de los ricos, “son necesarias acciones directas en pro de los más desfavorecidos, con una atención como la de los más pequeños en el seno de una familia”.
Planteó con preocupación el problema migratorio, que se origina a partir de la disparidad de oportunidades entre los países, convirtiéndolos en presa fácil de los traficantes al quedar en ocasiones fuera de la legalidad y presas fáciles de abusos.
A veces dentro de cada país se dan diferencias escandalosas y ofensivas, sin una auténtica defensa de estas personas contra el racismo o la discriminación.
Finalmente recordó que las adversidades deben resolverse con esperanza para lograr mayor equidad.
Con estas palabras se inició formalmente la VII Cumbre de las Américas, una cita histórica que por primera vez reúne a los jefes de Estado y de Gobierno de la región.
Por Marynés Ladera
