Rinden homenaje al periodista Pedro Chacín

En el Techo de la Ballena, se reunieron para conmemorar los 22 años del fallecimiento del escritor Pedro Chacín, quien se destacó por hacer un periodismo distinto, aplicando nuevas tendencias para ejercer una comunicación de vanguardia.

En el homenaje al escritor se presentaron Mercedes Chacín, periodista y hermana del homenajeado y Rodolfo Porras, director y escritor teatral,

En la actividad presentaron la segunda edición del libro Otra vez Pedro. Siempre Pedro que aborda el tema de la seducción como herramienta de convencimiento y persuasión.

En el marco de la actividad, Rodolfo Porras y Mercedes Chacín realizaron una demostración jocosa sobre los métodos de seducción que Pedro desarrolló en el grupo de artículos de opinión titulados. El manual de levante, que también están disponibles en esta nueva edición de Otra vez Pedro. Siempre Pedro.

Porras agregó que, para poder seducir, es necesario analizar el objetivo antes de realizar un movimiento. En este caso, aplicó una de las teorías que están presentadas en el texto titulada: Cómo levantarse a una feminista. El escritor interpretó al seductor mientras que Mercedes fue la cortejada. Esta demostración ocasionó que los visitantes del establecimiento pasaran una noche llena de risas y diversión.

Mientras que Mercedes se encontraba abanicándose en una de las mesas del local mientras disfrutaba una bebida para calmar la sed y alimentaba su conocimiento con un buen libro. En ese momento, llegó Porras, analizando su objetivo. Al ver que ésta tenía el comportamiento de una mujer feminista abordó la situación desde la sutileza y la educación.

El galán de la historia se vendió como un joven hogareño, quien se ocupaba de mantener la limpieza de la casa, con el objetivo de compartir las responsabilidades con su madre y con su hermana, a lo que la dama preguntó: “¿Qué utilizas para fregar los platos?”. Ante esto el galán se quedó perplejo y fue completamente rechazado.

Al finalizar este ejercicio, Porras comentó su experiencia al aplicar esta teoría. “Cómo ven el manual funciona con todas, menos con la hermana de Pedro”.

Posteriormente algunos de los presentes que conocieron la obra de Pedro contaron anécdotas referentes a él y cómo sus teorías las han ido aplicando para su vida cotidiana, haciendo de esta jornada un momento para la integración y la participación.

Mercedes Chacín explicó que desde el fallecimiento de Pedro se ha ocupado de mantener viva la memoria de su hermano.

“Escogimos el Techo de la Ballena porque nos parece un lugar acorde: hay libros de por medio, es en el centro de Caracas y podemos de alguna manera sentir a Pedro más cerca. Es un homenaje en ausencia que creo que se merece”, puntualizó.

Homenaje al periodista Pedro Chacín /foto CCS

Sólo para feos fragmento

¿Es usted medio feo, casi gordo, semipobre y a pesar de todo aspira a tener “éxito en el amor”, como dice Delia Fiallo? ¿No es usted tan feo, pero se le atrofia la lengua cada vez que intenta comunicarse con la portadora de “ese oscuro objeto del deseo”? ¿Mira ya usted con más odio que resignación el grafiti que adorna las paredes del baño de varones de Comunicación Social, y que sentencia filosófico: “No te des mala vida, amiguito: practica con las feas”? Si a alguna de estas preguntas, o a todas ellas, su respuesta es sí, lea este artículo.

No le alcanzará la vida para agradecérnoslo.

No hay de qué.

Tal y como indica nuestro antetítulo, si usted es un tipo lindo, “pechocho”, alto, rubio o moreno, un mango, pues, haga caso omiso de estas normas: usted se las levanta a punta de físico. Pero si siendo bonito, se siente medio gafo, tan gafo que le han dicho varias veces como le dijeron a Yordano (“sale, niño, para mí tú eres sólo…”, etc., etc.); o si, finalmente, usted es chiquito, medio gordito, tirando a feo, aquí le van una reflexiones que le pueden ser muy útiles a la hora de relacionarse con el sexo opuesto o con su mismo sexo, si es su gusto, ya que estas líneas están escritas desde el punto de vista de un heterosexual, pero igual le servirán si usted es homo o bisexual. Este es, en consecuencia, un artículo democrático y unisex.

La técnica

En informática, se denominan sub-rutinas a secciones de un software que tienen aplicaciones concretas sin necesidad de correr todo el programa. Igualmente, en el arte de la seducción, las sub-rutinas son estructuras prefabricadas con aplicaciones aún más concretas: introducirle “pulgadas de carne llorando”, como dijo Neruda, a otro ser humano; cogerse a alguien, pues. Se trata entonces de que usted monte una serie de maniobras teatrales (que no otra cosa es la seducción) que le permitan llegar a ser algo imposible: un hombre múltiple, deportista, intelectual, político, científico, sin ser ninguna de esas cosas realmente. ¿Que cuál es la necesidad de saber todas esas cosas? Se la demostraremos con un sencillo ejemplo. Supongamos que usted es un gran deportista. Por supuesto, sus principales conquistas las realiza en el medio en el cual se desenvuelve. Pero, ¿ y si le llega a gustar, por ejemplo, una intelectual? A ésta no la podrá horizontalizar hablándole de la pelea Leonard-Hagler, o de la lesión de Luis Salazar. Por el contrario, tiene que hablarle en su lenguaje.

Justamente, el objetivo de este artículo —primero de una serie— es ofrecerle los lineamientos generales de la sub-rutina para desvestir a ese curioso, delicioso, sabroso u, pasados dos meses, fastidioso espécimen de mujer que llaman “intelectual” (o “intelectuala”, como les dicen en Altagracia de Orituco).

Metodología

En primer lugar, como diría Lenin Molina, defina bien “el problema”. Catalogue bien a su víctima, busque una información completa. Si no, le puede ocurrir lo que a un amigo que, basado en que la chica con la que iba a salir era “de izquierda, profundamente preocupada por los problemas del país”, se lanzó con la rutina general para las izquierdistas y, después de tres horas con ella, se enteró de que la niña era del PCV. “Me di cuenta de que era un auténtico jonrón, no me la iba a coger ni guindándome de los tubos”. Aludía aquí, mi desconsolado amigo, a esas grandes jugadas que se realizan en el universitario y que consisten en “robarse” un jonrón impulsándose con el brazo de lanzar hacia arriba, apoyándose el jugador en los tubos que forran la barda superior del estadio. Nuestro querido amigo, por información defectuosa, se equivocó de rutina: para las nenés del PCV hay una rutina específica que describiremos en un futuro artículo. La patente de esta rutina pertenece (adivinen…), sí, al doctor John Bull.

Ciudad CCS

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