Presidente llegó a Nueva York en el marco de la cumbre para la Adopción de la Agenda de Desarrollo Post-2015 y la 70º Asamblea General

008_IMG_2340_WNueva York, estados Unidos.- El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, arribó este viernes al Aeropuerto Internacional “John F. Kennedy”, ubicado en Queens, sureste de la ciudad de Nueva York, Estados Unidos de América, donde visitará la Organización de las Naciones Unidas en el marco de la Cumbre Para la Adopción de la Agenda de Desarrollo Post-2015 y la 70º Asamblea General.

El mandatario venezolano llegó acompañado por la Primera Combatiente de la República, Cilia Flores; la ministra del Poder Popular para la Comunicación y la Información, Desireé Santos Amaral; y fue recibido por la canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Delcy Rodríguez; y Maximilien Arveláiz, quien se desempeña como encargado de negocios de nuestro país en los Estados Unidos de América.

En esta ocasión, también el Jefe de Estado atenderá el llamado del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, quien citó a una reunión con el presidente de Guyana, David Granger, para dialogar sobre el referendo del Esequibo.

Cerca de 160 jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo asisten a la convocatoria, que además se suma a la celebración de los 70 años de la creación de este organismo multilateral. IMG-20150925-WA0002

Serán tres días de reuniones plenarias y diálogos interactivos que estarán enfocados en temas fundamentales como el desarrollo sostenible, la seguridad global y otros asuntos de coyuntura internacional como la actual crisis europea.

Tal y como el propio presidente Maduro lo anunció el pasado martes en su programa “Contacto con Maduro”, esta cita también será propicia para sostener reuniones con los jefes de Estados integrantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), para tratar el asunto del mercado del crudo.
Por Anaís Pérez

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