Con la reparación y elaboración de sócates y bombillos ahorradores, los estudiantes de quinto año de la Escuela Técnica Robinsoniana Gregorio Mac Gregor, ubicada en la parroquia Coche de Caracas, han demostrado el talento existente en las escuelas y liceos del país, que se traduce en la transformación de nuestro país en una nación eminentemente productiva.
Los jóvenes han venido trabajando en la reparación de bombillos ahorradores y demás artefactos eléctricos. Para ello, cuentan con la asesoría y la conducción de un conjunto de profesores con mucha creatividad y ganas de sacar el país adelante con ideas propias e innovadoras.
El ahorro energético y la lucha por la preservación del planeta son algunas de las banderas que caracterizan el trabajo diario de estos jóvenes talentos que se forman en las escuelas técnicas e industriales del país.
Francisco José Botifol, director encargado de la Escuela Técnica Industrial Gregorio Mac Gregor, dijo que los estudiantes aprovechan los recursos que se encuentran en el entorno para mejorar su calidad de vida y de estudio en el seno de su centro de formación.
“En el caso de la reparación de las bombillas ahorradoras, el profesor es el encargado de guiar a los alumnos en el proceso de reparación. De esta manera, los jóvenes aprovechan los conocimientos de electrónica, electricidad y mecánica que han ido adquiriendo a lo largo del tiempo para seguir explorando las diferentes áreas del conocimiento. La meta es que se dejen llevar por la experiencia para que se atrevan a crear una empresa socio-productiva que favorezca, en primera instancia, a la institución educativa y a la comunidad en general”, destacó Botifol.
Indicó que a partir del recurso obtenido con la recuperación de las bombillas, los estudiantes podrán obtener las herramientas, los equipos y los materiales necesarios para seguir avanzando en el ámbito académico y profesional.
“Estamos creando un grupo de docentes para lograr la educación de calidad que tanto anhelamos. El estudiante se beneficia del aporte de los maestros y del trabajo práctico. Los alumnos ven otra realidad y una educación más práctica, viva y real. De esta manera, los estudiantes se incorporan al trabajo, al saber hacer y a la construcción del conocimiento. Así, nuestros estudiantes están en capacidad de aportar soluciones factibles a diferentes problemas y situaciones”, explicó Botifol.
Ariany Párima, estudiante del quinto año de la mención Electricidad en la Escuela Gregorio Mac Gregor, dijo que sus esfuerzos están centrados en la recuperación de bombillos ahorradores y en la elaboración de sócates, cuya creación se realiza a base de cerámica líquida.
“Afortunadamente, contamos con los implementos necesarios para realizar los proyectos. Revisamos los bombillos que nos donan y luego verificamos el funcionamiento de sus piezas. De esta manera, determinamos si están aptos o no para el reciclaje. La idea es recuperar todos los bombillos posibles. Estos proyectos son de gran importancia porque responden al clamor de la comunidad. Con la elaboración de los bombillos ahorradores, nos sumamos al ahorro energético y con la creación de los sócates, contribuimos con el ahorro de los habitantes de la comunidad”, indicó Párima.
Otro de los estudiantes, Mauricio Infante, se encarga de la programación digital de los circuitos internos de los bombillos que se fabrican en los talleres de la Escuela Técnica Gregorio Mac Gregor. Para ello, utiliza computadoras Canaima y otras herramientas tecnológicas que se encuentran en la institución.
“La orientación de los profesores ha sido de gran ayuda y nuestros maestros nos enseñan a utilizar programas informáticos que no conocíamos. Estamos aprendiendo muchas cosas, como la detección de los componentes a través de planos. Estamos muy agradecidos porque se nos ha dado la oportunidad de elaborar tecnología propia. La gente no tiene necesidad de acudir a otras empresas para comprar los bombillos, pues mis compañeros y yo estamos en capacidad de vender estos productos a precios solidarios”, finalizó.
Prensa MPPE
