Bajo los acordes de la guitarra clásica, este miércoles fue homenajeado el reconocido músico venezolano Alirio Díaz en las instalaciones del Parque Social y Cultural Villa Teola, en Los Teques, estado Miranda, quien falleció este martes a sus 92 años de edad en Roma, Italia, donde vivió su últimos años.
Durante la inauguración de la exposición de la Asociación Venezolana de Artistas Plásticos de los Altos Mirandinos se realizó un recital, a cargo del maestro y guitarrista Silvio Mencías, quien encabezó el homenaje, para recordar una serie de obras emblemáticas de la autoría del maestro Antonio Lauro, que fueron dadas a conocer en vida por Díaz con su gran talento para tocar la guitarra.
Mencias, quien además es coordinador de este centro cultural, destacó que Díaz dio a conocer muchas obras del repertorio latinoamericano del venezolano Antonio Lauro e incluso adaptó muchas piezas reconocidas como Alma Llanera a la guitarra.
“El maestro Díaz dio a conocer muchas obras en seis cuerdas. En Díaz siempre predominó su gran virtuosismo guitarrístico y demostró un gran dominio por este instrumento musical. Obras como Carora, un vals venezolano compuesto por Lauro y dedicado en homenaje a Díaz. Lógicamente hablar del maestro Díaz es hablar de Antonio Lauro y para hablar de Lauro es obligatorio hablar de Díaz”, puntualizó.
Angostura, Andreinay Natalia, fueron algunos de los vals que se tocaron en honor a Díaz, quien en vida enalteció el nombre de Venezuela.
Alirio Díaz nació en La Candelaria, una humilde aldea del estado Lara, localizada a unos 30 kilometros de Carora, un 12 de noviembre de 1923. Su madre era aficionada a la guitarra y le gustaba cantar canciones sentimentales de la época, mientras que su padre, era propietario de un negocio de víveres y enseres, entre los cuales no faltaban las cuerdas de tripa, fabricadas en esta región larense.
Desde muy niño afloró su vocación por la música y es así como realizó sus primeras incursiones en el cuatro, el canto y posteriormente aprendió algo de guitarra y mandolina, a la vez, que ayudaba a su padre en el cuidado de un rebaño de cabras y en el negocio familiar, pues vivió su niñez en medio de un ambiente campesino.
Cecilio «Chío» Zubillaga Perera, periodista y luchador social reconocido como uno de los grandes intelectuales venezolanos del siglo XX, fue el encargado de descubrir la vocación musical de Díaz.
Durante su extensa carrera artística se formó profesionalmente y viajó por varios países del mundo como solista o a compañando de grupos sinfónicos bajo la dirección de reconocidos directores, como Celibidache, Stokowsky, Estévez, Kostelanez y Frubek.
Italia era considerada por Díaz su segunda patria, allí se casó y tuvo hijos, pero siempre dejando el nombre del tricolor venezolano en lo más alto del medio artístico mundial.
El ministro para la Cultura, Freddy Ñáñez, anunció que los restos de este emblemático artistas serán sembrados en Carora, estado Lara, su tierra natal.
AVN
