El destino de la asamblea adeca-burguesa es desaparecer del mapa institucional y político

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Galería de Arte Nacional, Caracas.- La Asamblea Nacional tiene un solo destino: desaparecer del mapa institucional y político del país, a la luz de la historia que estamos viviendo, sentenció este martes el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.

“Ellos mismos se están auto condenando al olvido, a la soledad, al repudio nacional”, expresó en la Galería de Arte Nacional, recinto cultural que hoy llegó a sus 40 años.

El jefe de Estado venezolano insistió en que la misma derecha se ha ido reduciendo cada vez más en el escenario nacional e internacional, y que ante ello, deben fortalecerse iniciativas por parte de la Revolución como las de la campaña “Yo Creo En Venezuela”.

En su opinión, estas campañas enaltecen la autoestima nacional y habla de lo bueno que somos y de la confianza en nuestro país.

Convocó a seguir sumando con ideas como estas que “son muy bellas porque tocan donde deben tocar”.

Ratificó que frente a la guerra psicológica de la que somos objeto todos los días, el revolucionario debe deslastrarse y dejar de ser instrumento de la guerra psicológica.

Al chavista, al revolucionario, al bolivariano invitó a dejar “quieta la lengua venenosa de (Henry) Ramos Allup”, y  a engancharse “con la sonrisa y la alegría de los niños en las vacaciones, con la fuerza de la clase obrera trabajando, con la fuerza de los empresarios que aman el país y con lo afirmativo venezolano”.

El Presidente Maduro también llamó a los opinadores a que no continúen “nadando en el veneno de quienes odian al país y lo que quieren es la desmoralización nacional”.

“Saquemos el escudo más grande que tenemos que es la fe en la Patria y digamos: Yo Sí Creo en Venezuela”, recalcó como fórmula para demostrar al mundo la fe que hay en Venezuela.

Enfatizó que en Venezuela hay dos modelos: “El de la lengua de Ramos Allup y su fascismo y el modelo de los que amamos a este país y vamos con una sonrisa construyendo todos los días la felicidad posible y la felicidad social”.

No dudó en decir que en el país se cierne hay una guerra cultural, política, psicológica, para “decirle a Venezuela que no puede, arrodíllate, ríndete y entrégate al imperio norteamericano y te va a gobernar allá el capataz nuestro (Ramos Allup). Es el mensaje todos los días en manos del fascismo y de la contrarrevolución”.

Entonces, “enganchémonos con el trabajo, con lo bueno, con la vida, con la sonrisa, convirtámonos todos los días en multiplicadores de lo afirmativo venezolano y dejemos ser propagadores de la propia guerra que le han tratado de meter a la Patria para desmoralizar el espíritu de la nación. Combatamos con la verdad y siempre con una sonrisa de fe y de confianza en nosotros mismos”.

Por Anaís Pérez

 

 

 

 

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