Cuartel de la Montaña 4F, Caracas. El 11 de abril de 1995, en la Plaza de los Maestros, en el estado Vargas, el Comandante Supremo Hugo Chávez, dirigió una arenga a un grupo de no más de 50 personas, les habló del ideario bolivariano, de la Constituyente y del proyecto revolucionario, lo hizo por una hora y media bajo un inclemente sol. Nadie se movió del lugar, pero el líder avistó a parte de su equipo a un costado del sitio, bajo sombra. La primera pregunta del líder bolivariano fue tajante: ¿Ustedes son los dirigentes que se ponen a la sombra mientras el pueblo y yo estamos bajo el sol, qué clase de dirigentes son ustedes?
La anécdota fue recordada por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, este jueves desde el Cuartel de la Montaña 4F, donde se conmemoró el aniversario del natalacio del Comandante Chávz, el número 62.
«Yo nunca había visto un líder así. No podemos tener líderes complacientes o autocomplacientes, tenemos que exigirnos y autoexigirnos porque nosotros estamos aquí para deberle al pueblo todo el servicio, para acompañar al pueblo, para protegerlo, para estar en el centro del sol en el momento más duro que nos toca pasar».
Su reflexión fue además un llamado a los bolivarianos para llenarse de la fuerza de Chávez «que supo pasar todos los desiertos que les tocó pasar y que nos dejó una Patria en paz, libre, independiente y es nuestra obligación histórica, a costa de nuestra propia vida mantener esta Patria de pie, libre, independiente y para eso tenemos que autoexigirnos más allá de los propios límites que hoy damos».
No dudó en señalar que líderes como Hugo Chávez nacen una vez cada 200 años, tener el orgullo de haber vivido su tiempo es otro motivo para continuar la lucha.
«Y nosotros somos sus herederos y herederas, tremenda responsabilidad para esta generación de hombres y mujeres… nos dejó intacto su amor. Él lo dio todo y cada vez que lo recordemos nunca será suficiente las veces que digamos: tenemos que darlo todo por la independencia de este pueblo, por enfrentar a ese imperio acechante».
Instó a entender que el proyecto de Chávez, el pueblo de Chávez necesita lealtad, lo hizo tras recordar las tantas puñaladas recibidas por el expresidente venezolano. Quienes le traicionaron están en el basural de la historia mientras el Comandante se mantiene invicto en el corazón del pueblo.
Las palabras del mandatario venezolano las ofreció frente a Igor Sechin, representante de la petrolera rusa Rosneft y de Martín Chungong, secretario de la unión interparlamentaria, quienes representan una parte del amor que el comandante Chávez supo ganarse en el mundo.
«Con nuestro Comandante Chávez podemos decir que no se equivocó el filósofo que dijo que la muerte no existe y lo ha demostrado porque Chávez sigue viviendo en los jóvenes, niños, mujeres, hombres de Venezuela y el mundo…aún hoy sigue siendo referencia de los pueblos del mundo».
No dudó además el mandatario en comentar que todavía falta conocer con más perspectiva estratégica la profundidad humana del comandante Chávez, cuánto nos falta y mientras más avancemos en vernos en el espejo de su ética (…) mientras más avancemos en su conocimiento y en dotarnos en su ética, en su moral, no sólo seremos mejores seres humanos, sino mejores revolucionarios».
Por Marynés Ladera
