El fallido intento de golpe de Estado de abril de 2002 tenía como elemento fundamental la eliminación de las leyes habilitantes, y de entre ellas, la Ley Orgánica de Hidrocarburos, materia que ha ocasionado todos los golpes de Estado exitosos del siglo XX en Venezuela. La ley imperante desde 1943 hasta el año 2001, implementada bajo el gobierno nacionalista del general Isaís Medina Angarita, establecía una regalía de 16 2/3, lo que era un paso gigantesco con el pasado, hasta que la camarilla formada por la élite política puntofijista en conjunto con la meritocracia petrolera, colocaron la regalía a las compañías ubicadas en la Faja del Orinoco en 1% bajo la excusa de que se trata de “bitumen”, derrumbando los ingresos del Estado venezolano y pauperizando a la población.
El hoy candidato de la derecha internacional, en conjunto con sus asesores meritocráticos de la vieja Pdvsa, participaron en el intento de golpe del 11 de abril para eliminar la nueva ley de hidrocarburos que establece una regalía más los impuestos de la propia ley de 33,33%, lo que permite la gigantesca inversión social y el proceso de industrialización que vive Venezuela. La otra propuesta golpista radicaba en sacar a Venezuela de la OPEP, que hoy disfrazan al querer llevar la producción a 6 millones de barriles diarios sin respetar las cuotas OPEP. Es más que evidente que la oposición sigue el libreto de la derecha internacional que tiene como fundamento la privatización del sector petrolero, la eliminación de las misiones sociales y el regalo nuevamente de nuestro petróleo. Es importante que todo venezolano conozca la realidad de la hecatombe que significa, y ha significado en Venezuela, la presencia de gobiernos entreguistas, que han privilegiado al capital transnacional por sobre su pueblo.
Fernando Travieso / Correo del Orinoco
