Las siete promesas mentirosas de Capriles

1- Que no despedirá a ningún trabajador público.Falso: Diga lo que diga, la realidad es que ,de ganar Capriles, en Venezuela habría una botazón de cientos miles de empleados públicos. No van a llegar diciendo que van a despedir a nadie, pero pasadas unas cuantas semanas se comenzarán a ver los despidos. Lo harían en Venezuela como lo hizo Antonio Ledezma con los miles de trabajadores y trabajadoras en Caracas, como lo hizo Eveling Trejo de Rosales en el Zulia con cientos de los denominados “Salserines” y obviamente, lo volverían a hacer como ya lo hizo el propio Henrique Capriles Radonski en el estado Miranda. Porque una nómina de trabajadores públicos de más de 2 millones y medio, como la que actualmente existe en Venezuela, no ha existido, ni existirá jamás en un gobierno de derecha, porque mas allá de que algunos se hagan los tontos, sí existen grandes diferencias entre la derecha y la izquierda y es en este tipo de materias que esas diferencias se hacen mas visibles. Apenas ganara Radonski los Organismos Financieros Multilaterales se acercarían a dar su “visto bueno” al nuevo gobierno y como todos sabemos –aunque algunos se empeñen en olvidar– la aprobación de esos organismos financieros sólo es posible acatando algunas de sus “sugerencias”, y la primera de ellas siempre es la reducción de las nóminas del Estado.

2- Que mantendrá las misiones. Falso: La estrategia de la derecha con respecto a las misiones va dirigida en dos sentidos: el primero es desacreditar las misiones, dedicándose a mostrar –o inventar– todas las debilidades que puedan existir en ellas. El segundo es sostener un engañoso discurso de que tales políticas se mantendrían, con la intención real de exterminarlas para siempre, tal como lo demuestra el Plan de Gobierno de Capriles en el cual las misiones ni siquiera son mencionadas: sencillamente no es verdad que estén en los planes de un gobierno de la derecha. La propuesta de Ley de Misiones también nos arroja luces de la verdadera intención de Capriles con respecto a este tema, toda vez que las misiones han sido efectivas gracias a que han funcionado fuera de la estructura burocrática del aparato del Estado, ese modelo de Estado que no es más que la forma jurídico-política de la lógica burguesa-liberal surgida en los siglos XVIII y XIX, un modelo de Estado que sólo existe para beneficiar a las clases económicamente dominantes y que este proceso revolucionario heredó del pasado, un Estado sin cuya destrucción definitiva, por parte del Poder Popular, no podrá resolver de manera total todas las problemáticas que hoy puede vivir un venezolano o venezolana en su quehacer diario. Ellos insertarían las misiones dentro de este monstruo burocrático condenándolas al fracaso, y por si fuera poco, también les quitarían el financiamiento de Pdvsa, cosa que ya han dicho públicamente hasta el cansancio.

3- Que seguiría la senda del “modelo brasilero”. Falso: El famoso modelo brasilero al que ahora la derecha venezolana tanto se refiere es en principio anti-imperialista, definición política con la que Capriles jamás ha manifestado simpatizar. Pero, además, el mencionado modelo se sustentó en la existencia en ese país de un empresariado con conciencia nacional, es decir: una burguesía nacionalista. Mientras en Brasil, este sector soñaba con ver a su país convertido en potencia, aquí en Venezuela, lamentablemente, se desarrolló un empresariado apátrida, servil a los designios de intereses económicos extranjeros. De esta forma, las familias económicamente más poderosas en nuestro país se dedicaron a comprar franquicias extranjeras, importar todos los productos manufacturados, e invertir solamente en áreas como bienes y servicios, es decir: nada que generara desarrollo real para nuestra economía. ¿Por qué familias como los Cisneros, los Zuloaga o los Boulton jamás instalaron empresas venezolanas de fabricación de manufactura como automóviles, televisores o motocicletas? Respuesta: sencillamente porque no les dio la gana, porque capital para eso siempre han tenido pero su prioridad nunca fue convertir a Venezuela en país desarrollado, por el contrario, no deseaban contravenir los intereses de sus socios y jefes del gran capital transnacional. Ahora se llenan la boca diciendo que este Gobierno “destruyó el aparato productivo” de la nación, como si alguna vez ellos hubieran intentado producir algo.

4- Que resolvería el problema de la delincuencia. Falso: Su estado es precisamente uno de los tres estados mas inseguros del país. Como gobernador contó con un buen presupuesto, más el apoyo de un importante número de alcaldes cercanos a su gestión: si como gobernador no pudo resolver tal problema en su estado, obviamente menos podría como presidente de toda Venezuela.

5- Que en un gobierno suyo existiría libertad de expresión. Falso: En la actualidad venezolana, a nivel realmente masivo, sólo existen dos tipos de medios de comunicación: los estadales y los privados. Estos últimos constituyen la mayoría tanto en televisoras, como televisoras regionales, radios y medios impresos. Para nadie es un secreto que Capriles Radonski cuenta con el apoyo de los dueños de los medios de comunicación privados más importantes del país. En un hipotético gobierno de Capriles los medios del Estado y los privados pasarían todos –como en el pasado– a ser cómplices del gobierno de turno, por representar éste los intereses tanto del empresariado apátrida como de la clase política que llevaría las riendas del Estado: Ni las protestas por los despidos masivos en los entes gubernamentales, ni las protestas estudiantiles, nada que sea contra el Gobierno seria televisado ni publicado de ninguna manera, y si algo llegara a colarse, los medios criminalizarían al pueblo como lo hicieron en los gobiernos del pasado.

6- Que generará muchos “empleos de calidad”. Falso: Capriles Radonski forma parte de la élite empresarial de nuestro país, creció estudiando en los colegios de la élite, asistiendo a los mismos clubes, las mismas fiestas: tiene toda una vida relacionándose con el sector que día tras día explota a la clase trabajadora. Es demasiado ingenuo creer que de ganar la presidencia dejará de favorecer a sus amigos de toda la vida para beneficiar  al pueblo.

7- Que será independiente a la influencia extranjera. Falso: Disimulando, como siempre lo hace el candidato de la derecha, manifiesta de manera altiva que en un hipotético gobierno suyo Venezuela no estaría supeditada a ninguna injerencia extranjera. Pero de inmediato se le precisa una valoración suya ante las criminales actuaciones de Estados Unidos en países como Afganistán o Irak y cambia el tema evitando hablar mal de la potencia del norte. No dice nada porque no puede hablar mal de sus jefes. Porque esa es la realidad de todo el escenario político que tenemos aquí: Capriles, por mucho que te disfraces tú eres el candidato de las grandes Corporaciones Transnacionales y su gobierno Corporativo de los Estados Unidos. A ti no te importa Venezuela, tú le vas a regalar nuestras riquezas a toda cuanta empresa exista en el norte y en Europa. ¿Tú dices que no es verdad? Pues bien: pronúnciate sobre el tema. Habla de manera pública sobre la actuación estadounidense en países como Irak, Afganistán o Colombia, tú que dijiste que “ningún país progresa produciendo armas” pronúnciate sobre el engranaje empresarial armamentista gringo y su presupuesto militar, más de la mitad del gasto bélico del planeta.  Dinos Capriles, esperamos por ti.

Ronald Muñoz / CCS Caracas

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