Políticas sociales han retrocedido en Argentina y Brasil

El gobierno neoliberal de Mauricio Macri en Argentina y la toma de la Presidencia por Michel Temer, tras el golpe de Estado parlamentario en Brasil, ha desencadenado un retroceso de las políticas públicas y sociales en estos países, eliminando los avances de los gobiernos progresistas que los antecedieron.

Tras ganar las elecciones presidenciales en Argentina en 2015, Mauricio Macri  emitió 40 decretos de necesidad y urgencia, en su mayoría, para tomar medidas neoliberales que van desde la eliminación del cepo o control cambiario, que significó -desde su primer momento- la devaluación de la moneda argentina, el despido de 2.035 trabajadores del Senado, hasta la suspensión del canal Senado TV y el cierre repentino de la emisora Nacional Rock.

Un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (Indec) sobre la incidencia de la pobreza y la indigencia, afirma que 6,1% de los argentinos viven en situación de indigencia, y el índice de pobreza es de 30,3%, dicha información la dio a conocer Telesur.

La más reciente polémica que ha envuelto al gobierno macrista ha sido la ley 2×1, emitida por la Corte Suprema de ese país que reduce la condena a los delitos de Lesa Humanidad, cometidos durante la dictadura militar (1976-1983), y una condena por parte de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que catalogó la sentencia como una violación a los derechos humanos.

Por su parte, Michel Temer, mandatario no electo por el pueblo y que cuenta con índices extremadamente bajos de popularidad, ha dado a conocer su intención de aplicar una reforma a las políticas de pensiones.

Temer propuso ante el Senado establecer 65 años como edad mínima (para ambos sexos), para tener acceso a beneficios de jubilación y cotizar por lo mínimo 25 años para lograr optar a ello.

Esta medida fue dada a conocer en medio una creciente ola de despidos, que alcanzó la cifra histórica de 13,2%, lo que se traduce en un número que supera los 13,5 millones de desempleados.

Los sueldos promedios en Brasil no tuvieron ningún tipo de incremento con respecto al año 2016, donde el ingreso mensual se ubicaba en poco más de 655 dólares.

Estas situaciones desembocaron en una huelga nacional, que se llevó a cabo en abril, donde participaron servidores públicos, militantes del Partido de los Trabajadores (PT), así como otras organizaciones políticas, sindicatos laborales, docentes de escuelas primarias, secundarias, universitarios, trabajadores bancarios, sector transporte terrestre y aéreo, entre otros.

Telesur/ Prensa Mippci

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