Los niños, niñas y adolescentes expuestos a situaciones de violencia sufren trastornos nocturnos, pánico y miedo, y otras afectaciones psicológicas, por la manipulación de personas enfermas de odio o por la utilización irresponsable de sus propias familias en estas acciones, fomentadas por grupos políticos de extrema derecha de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Así lo explicó, en entrevista con la Agencia Venezolana de Noticias, Yubelkis Mendoza, defensora de niños, niñas y adolescentes, trabajadora social y educadora, quien también se refirió a las afectaciones en materia de salud, con casos como asma y crisis.
«Todo eso requiere ser tratado. Parece que fuera muy cotidiano, pero no lo es. Ellos se ven afectados psicológicamente cuando los cambias de escuela, los cambias de su ámbito, de su cotidianidad de vida, que son los juegos, los estudios, sus actividades normales, y los sacas de esos ámbitos para enfrentarlos a casos de violencia», explicó la especialista.
Mendoza enfatizó que si bien el derecho a la protesta pacífica es Constitucional, no acompaña que los menores sean usados para ser parte de acciones violentas, que se se han presentado de manera focalizada desde abril pasado.
Debido al riesgo que implica la exposición de los menores a estas situaciones, Mendoza exhortó a padres y representantes a proteger a sus hijos.
«Si desde lo ideológico yo no estoy de acuerdo con una posición política, ¿cuál es la mejor manera de hacer frente a esa posición a la que yo me quiero enfrentrar como mamá, como papá? Es necesario saber dónde coloco a mis hijos, a mis sobrinos, a ese niño que encentro en la calle», reflexionó.
Ante esta situación, representantes del Movimiento Bolivariano de Familias entregaron una denuncia al Ministerio Público para exigir justicia por la utilización de menores en estas manifestaciones, con lo cual se viola la Constitución y otras leyes de la República.
Sectores de los estados Mérida, Lara, Barinas, Táchira, Carabobo, Miranda y el Distrito Capital son lugares donde se han registrado estos hechos, que conllevan a que niños y adolescentes vean vulnerado su derecho a la educación, al libre tránsito, a la recreación y a vivir en paz.
AVN/ Prensa Mippci
