No hay sorpresa en comprobar lo que se podía esperar del Capriles Radonski, escogido por la oligarquía e intereses imperiales para competir con Hugo Chávez, el presidente latinoamericano que lidera y ejecuta objetivos nacionales revolucionarios de cara al mundo.Decimos que no es sorpresa para los que abrazamos la candidatura verdaderamente patriótica, el documento o paquetazo económico que escondía el compulsivo mentiroso Capriles Radonski. Sorpresa es para algunos sectores de clase media, y trabajadores influenciados por esta clase media, que escucha cursilerías y mentiras del que se autodenomina el “nuevo del progreso”.
La que a veces, sólo a veces, se da cuenta que la usaron de peón en un ajedrez que no comprende y que nunca la convierte en reina”, como describiera Mario Benedetti a la clase media. Por eso, Capriles Radonski no les había dicho que cambiaría el sistema de pensiones de los adultos mayores, eliminándoles la indexación al salario mínimo de cada año. O que suspenderá el subsidio a la vivienda porque al “Gobierno le resulta imposible seguir subsidiando gran parte de este frente” y al tiempo limitará los aportes de la banca privada a este sector.
Ni que reduciría la capacidad del Estado en respuesta a las demandas de la sociedad, para apoyar, como en el pasado, el mayor poder a las clases dominantes.
Sólo para complacer intereses de las grandes trasnacionales. Para eso lo escogieron y por eso él sí es un “jalamecate” a tiempo completo, con la arrogancia de su escuela fascista de Tradición, Familia y Propiedad ha ido del hablar balbuceante, incoherente, contradictorio, a la agresividad permanente irrespetando los valores democráticos como la Constitución Nacional, las FANB, el CNE, etc., a través de medios de comunicación privados con la complacencia de sus periodistas en Globovisión .
¿El David de la historia presente hará suya la frase de Antonio Machado: “Hoy es siempre todavía”… para rescatarse?
CCS Caracas/ Carmen Castillo
