Con los talleres Conchita Crededio, dedicado a la danza, y Lilia Vera, orientado hacia la música, el Proyecto Amada, organizado por la agrupación feminista Tinta Violeta, finalizó su primer ciclo de laboratorios creativos para superar la cultura machista.
Durante más de 20 horas de laboratorios, las y los participantes abordaron la violencia hacia las mujeres y sus manifestaciones, en un trabajo que implicó tanto el intercambio teórico como la exploración en el propio cuerpo que se mueve en el espacio, indicó una nota de prensa difundida por el colectivo.
El laboratorio Conchita Crededio contó con la participación de Xiomara Carquéz y Anahís Monges de Círculo Móvil como facilitadoras del trabajo corporal. Además, tuvo como invitada especial a María Elisa Alcheikh del Centro de Estudios Entrecuerpos.
«Entre las conclusiones a las que se llegaron en el taller de danza está el reconocimiento del cuerpo de las mujeres como primer espacio o territorio que es violentado por una cultura patriarcal», refiere el boletín.
Como iniciativa del laboratorio Conchita Crededio se hizo una acción performática en la plaza Caño Amarillo que será difundida por las redes.
Por su parte, el laboratorio creativo Lilia Vera contó con la facilitación de la cantautora Amaranta, y con Lilia Vera como invitada especial. En sus jornadas se reflexionó sobre cómo la violencia hacia las mujeres es legitimada en la música como una forma de amor o de expresar el amor.
Lilia Vera ofreció en una amena conversa toda una vida dedicada al canto y su posición ante la canción machista. Instó a todas y todos a asumir el canto como una acción liberadora. El laboratorio Lilia Vera dio a luz varias piezas musicales una de ellas creación colectiva.
El Proyecto Amada fue presentado el pasado septiembre y desde entonces ha impulsado 5 laboratorios creativos. El primero de ellos, llamado Rosita Caldera, estuvo dedicado a la comunicación social. A continuación se realizó el laboratorio Grupo Miércoles dedicado a la creación audiovisual y en febrero del 2018 se celebró el laboratorio María Centeno para artes visuales.
Prensa MippCI/ AVN
