El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia Evo Morales Ayma, publicó en su cuenta oficial de red social twitter, que nos ubica en condición histórica ante el tratamiento que un medio de comunicación norteamericano le da a Venezuela:
Como hoy, 2001, el diario de EEUU, The Washington Times, publicó un aviso pagado que exigía la renuncia del hermano presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Hoy, el imperio repite esa política golpista para atacar al hermano presidente Nicolás Maduro, sucesor del comandante Chávez.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) May 24, 2018
Al referirse al artículo publicado por el periódico digital nos sitúa en la mirilla de la observación ante la manipulación mediática que insiste E.E.U.U en infringir para generar matrices de opinión en la comunidad internacional tergiversatorias y altamente ofensivas en la dignidad del pueblo venezolano.
Vale destacar que este punto de orden que nos hace el siempre fraterno boliviano nos hace concluir dos elementos fundamentales, el primero tiene que ver con el detenimiento con el cual los líderes se recrean en el hecho noticioso y su capacidad de discernimiento al hacer acotaciones como la ofrecida hoy por Evo.
En un segundo y no menos importante plano se enfatiza el mecanismo de dominación a través de la mentira, la falsedad y la ausencia total de ética de la prensa norteamericana que refleja este nisiquiera nombrable medio de comunicación si así pudiese ser llamado.
No obstante nos corresponde ser imparciales y objetivos, pero por sobre todo éticos, al responsabilizarnos por un emitido periodístico, de manera tal que dejamos sea usted quien juzgue el artículo en cuestión traído a colación por el presidente de Bolivia:
Titulado : SOLUTIONS/DeSHAZO: How to handle Hugo Chavez and Venezuela (Esp. Cómo manejar a Hugo chávez y Venezuela) con fecha 24 de mayo, 2009.
Dice literalmente:
El muy publicitado encuentro del presidente Obama con el presidente venezolano Hugo Chávez en la reunión de la Cumbre de las Américas del mes pasado subrayó hasta qué punto la relación bilateral entre los dos países se ha deteriorado en la última década.
Que las imágenes de los líderes simplemente estrechándose la mano generaron la avalancha de comentarios que hizo -incluidas las críticas a Obama en círculos conservadores en Estados Unidos por el mero intercambio de palabras con su homólogo venezolano- lo dice todo.
Históricamente, Venezuela y los EE. UU. Disfrutaron de buenas relaciones, basadas no solo en el papel de larga data de Venezuela como un importante proveedor de petróleo para los EE. UU., Sino también en estrechos vínculos en una amplia variedad de otras áreas. Esa relación comenzó a deteriorarse luego de la elección de Chávez en 1998, al principio lentamente, luego se aceleró drásticamente durante el período 2001-2003 y finalmente se estableció en un estado de enemistad sostenida.
Múltiples factores impulsaron el deterioro, pero ninguno más significativo que la necesidad de que la visión del mundo de Chávez le otorgue a los Estados Unidos el papel de villano. Sus conceptos de la «revolución bolivariana» y el «socialismo del siglo veintiuno» implican el choque de polos opuestos, con él mismo dirigiendo la carga contra las fuerzas del «imperialismo», al estilo de Fidel Castro en el apogeo de la Guerra Fría.
La presentación del Sr. Chávez al Sr. Obama en la Cumbre del libro clásico anti-Yanqui «Las venas abiertas de América Latina: Cinco siglos del pillaje de un continente» refleja claramente esta perspectiva.
Muchos observadores predijeron erróneamente que Chávez intentaría usar la Cumbre en Trinidad y Tobago como una plataforma para criticar a los EE.UU. como lo había hecho en la Cumbre anterior en Argentina en 2005, cuando lideró la calle.
Traducción: Stortoza
Prensa Digital MippCI
