La Flor de Venezuela, obra del arquitecto venezolano, Fruto Vivas, fue declarada como Patrimonio Cultural de Venezuela, por medio del decreto número 201, publicado en la Gaceta Oficial 40.197 de fecha 28 de junio 2013.
Fue firmado por el Presidente Nicolás Maduro, un decreto que declara patrimonio cultural a la obra de Fruto Vivas, la Flor de Venezuela, ubicada en el estado Lara.
Anunció que entregará el monumento a los movimientos sociales de la entidad. Desde el Palacio de Miraflores, indicó que saldría publicada en Gaceta Oficial, la declaración de la obra como patrimonio cultural.
“La Flor de Venezuela es un patrimonio de todos los venezolanos, como monumento nacional estamos recuperándolo para el beneficio de todos los venezolanos porque la gestión del gobernador la había abandonado”, manifestó.
Refutó los argumentos del gobernador de Lara, Henri Falcón, quien aseguró que su despacho se ha encargado de mantener la estructura de la Flor de Venezuela y de atender sus necesidades. “Si él la instaló e invirtió en eso, eso habrá sido hace muchos años porque como nosotros conseguimos la Flor de Venezuela fue un estado de abandono absoluto. Ahí habían más de 200 plantas autóctonas de Venezuela, había una fauna de cientos de peces, había una exposición popular de Simón Bolívar, los pétalos se abrían gracias a un sistema hidráulico de sensibilidad fotosintética, se habría cuando daba el sol en la mañana, se cerraba en la noche y la gobernación la abandonó”, puntualizó.
“Ante eso, nosotros propusimos por el clamor del pueblo y el mismo Fruto Vivas, la recuperación de la Flor y la quisimos hacer por los mejores términos”, agregó.
A través de su cuenta en Twitter, en aquel momento @NicolasMaduro publicó: «Maestro Fruto Vivas he ordenado declarar la Flor de Venezuela Patrimonio Cultural de Venezuela, vamos a recuperarla completamente. Así será».
Recientemente se conoció que una comisión especial del Consejo Legislativo del estado Lara realizará una inspección al monumento turístico para constatar el deterioro de la obra denunciado por su propio autor, el arquitecto Fruto Vivas.
Prensa Digital MippCI
