EFEMÉRIDES | Natalicio de la cantora argentina Mercedes Sosa

Conocida como “La Negra” o “La Voz de América”, Haydée Mercedes Sosanace en San Miguel de Tucumán, Argentina.

Considerada entre las mayores exponentes de la canción latinoamericana, Mercedes Sosa (nombre artístico), consagró su vida a la música tradicional, incursionando en otros géneros musicales.

Fundó el Movimiento del Nuevo Cancionero. Militó en el Partido Comunista. Sufrió hostigamiento político, padeciendo el doloroso exilio, persecuciones, censuras y amenazas, adversidades que no impidieron su consagración internacional.

Su peculiar registro vocal le permitió obtener muchísimos reconocimientos. Interpretó canciones junto a diversos músicos y cantantes de Iberoamérica, algunas de estas son: «Canción con todos», «Alfonsina y el mar», «Gracias a la vida», «Solo le pido a Dios» o «La maza».

Sosa fue una cantante argentina, máxima figura de la música folclórica, de protesta y testimonial de América Latina en el siglo XX.

Nació en un hogar humilde de origen obrero en San Miguel de Tucumán, el 9 de julio de 1935, en un hogar humilde. Su familia era descendiente de indígenas diaguitas. De esos años viene su apego por las expresiones artísticas populares. Recién salida de la adolescencia, le gustaba bailar y enseñaba danzas folklóricas. También cantaba.

Su carrera musical comenzó en octubre de 1950. Con solo quince años sus amigas la animaron a participar en un concurso radiofónico, organizado por LV12 de Tucumánen el cual resultó ganadora. Utilizó el seudónimo Gadlys Osorio y ganó un contrato de dos meses de actuación con la emisora.

Casi una década después hubo un estallido en torno a la música folklorica y Mercedes Sosa estaba ya constituida como una cantante popular integrante del Movimiento del Nuevo Cancionero, que intentaba renovar el folklore, dejando las modas pasajeras para poner la música en la vida cotidiana del hombre argentino, sus tristezas y alegrías. Además de Sosa estaban Armando Tejada Gómez, Manuel Oscar Matus y Tito Francia.

Eso sí, su primer disco, La voz de la zafra, apareció en 1962 y se considera antecedente del movimiento. Mercedes Sosa militó en el Partido Comunista de Argentina desde 1960, y tras una muy celebre actuación en el Festival Folclórico de Cosquín comenzó a unir su música y su posición política como Jorge Cafrune y Atahualpa Yupanki, que se volvieron símbolos vivos de la lucha por las injusticias sociales y la discriminación de los indígenas.

De esta nueva estética nacen discos como Yo no canto por cantar (1966), El grito de la tierra (1970), Cantata Sudamericana (1971), Hasta la victoria (1972), y Traigo un pueblo en mi voz (1973).

La intención de su música susurraba palabras de aliento para la libertad, para sentirse orgullosa de ser Latinoamericana y pelear contra las injusticias, por ello, fue prohibida su música durante la dictadura militar argentina (1976–1983).

Por eso tuvo que exiliarse a París y luego a Madrid. Por esa época su música comenzó a dar cuenta de influencias del tango, el jazz y el rock. De éste periodo se reconocen discos como Mercedes Sosa en Argentina, Como un pájaro libre (1983), ¿Sería posible el Sur? (1984), De mí (1991), Alta fidelidad (1997) y Misa criolla (1999).

Su último trabajo lo hizo en compañía de otros artistas latinoamericanos y se llamó Cantora: un viaje íntimo (2009).

Mercedes Sosa no abandonó nunca la denuncia. En los últimos años de su vida tornó hacía la conservación del medio ambiente.

Entre los muchos premios que ganó figuraron el Gardel, el Grammy latino y la medalla de la Orden del Comendador de las Artes y las Letras, otorgado por el Ministerio de la Cultura de la República Francesa.

En 2008, fue designada Embajadora de Buena Voluntad de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), solo uno de los muchos títulos que recibió por su gran trayectoria musical, su trabajo en conjunto y la influencia social y política.

El 18 de septiembre del 2009, ingresó al Sanatorio de la Trinidad por disfunción renal que evolucionó a una falla cardiorrespiratoria. El 2 de octubre su condición se volvió crítica y finalmente falleció el 4 de octubre de 2009, a las 5:15 de la mañana, con 74 años de edad, pasando a la historia como una de las figuras sociales y musicales más importantes de Latinoamérica.

Sus restos fueron velados en el Congreso Nacional de la Argentina, encabezado por personas importantes de la política, religiosos, artistas y multitud de personas que sintieron que con ella se iba la que les había dado una voz.

Se decretó duelo nacional por tres días y toda Argentina sintió, de alguna manera, su perdida. Su cuerpo fue incinerado como ella quería para esparcir sus cenizas en tres lugares según su voluntad: Tucumán, Mendoza y la ciudad de Buenos Aires. En toda Latinoamérica hubo señales de luto.

Prensa Digital MippCI/Agencias

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