EFEMÉRIDES | 1941 Nace la heroína revolucionaria Livia Gouverneur

Livia Margarita Gouverneur Camero, nació en Caracas el 14 de julio de 1941 y estudió Psicología en la Universidad Central de Venezuela. Militó en el Partido Comunista (PCV), y perteneció a la Unidad Táctica de Combate (UTC) “21 de Noviembre”. Extraordinaria lectora y amante del teatro, debutó en la obra “El paraíso de los imprudentes” del escritor salvadoreño Walter Beneke.

Era la mayor de 11 hermanos, de voz ronca y fuerte, activa, mordaz, sensible poetisa desde los 7 años, le encantaba manejar motos, organizar y entrenar campesinos yaracuyanos, hacer teatro (trabajó junto a ls revlucionarios  Hugo José Balzán, César Rengifo y Oswaldo Orsini).

Descrita por sus amigos como una mujer inteligente, emotiva, apasionada, leal y sincera, logró impregnar con su fuerte personalidad a todos los que la rodeaban. Su muerte llegó en una operación de hostigamiento contra cubanos batistianos que se hospedaban en una quinta de Caracas. En ese mismo lugar, en febrero del 2013, el gobierno bolivariano inauguró residencias estudiantiles en homenaje a la valentía de esta heroína revolucionaria.

Formaba parte de la Unidad Táctica de Combate (UTC) Brigada “21 de Noviembre”, que buscaba entorpecer las labores terroristas de los cubanos batisteros amparados por el régimen betancurista, y en esa actividad perdió la vida. Se reunía para planificar actividades en contra de la naciente Revolución Cubana, bajo el patrocinio cómplice de la policía política adeca, pues eran Kennedy y la CIA quienes daban instrucciones y financiamiento al ignominioso Betancourt.

Su cuerpo fue llevado a su casa, la acompañaba, otro mártir de la Revolución venezolana, Alejandro Tejero, quien quedó dentro de la larga lista de los desaparecidos del régimen puntofijista.
Su grupo de compañeros de la UTC decidieron entregarla en su casa. Su velorio transcurrió en una impactante movilización popular; allí se escuchó por primera vez una consigna que marcaría la historia de cantos que demandan apaciguar el dolor del luto y retumba en la garganta de los grupos insurgentes en la patria grande: “Livia, camarada, tu muerte será vengada”.
A pesar de las autoridades represoras, la UCV, casa que para ese entonces vencía las sombras, recibió la multitudinaria marcha fúnebre, el Decano de la Facultad de Humanidades se sumó a la denuncia y a la exigencia de justicia ante este doloroso hecho.
La canalla pretendió sembrar en el imaginario colectivo que la muerte de Livia Gouverneur  se debió a la manipulación inadecuada de las armas que usaban sus compañeros dentro del vehículo destinado a la operación. Esa mentira no caló nunca en el pueblo, eso se demostró y se sigue demostrando en la inestimable consideración del aporte de Livia a la lucha armada, a la emancipación de la mujer que pelea por transformar una realidad que oprime oprobiosamente a su pueblo. Livia creyó fervientemente en la solidaridad internacional.
Prensa Digital MippCI

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