EFEMÉRIDES | Hace 104 años nació el escritor argentino Julio Cortázar

Hace 104 años nació en la embajada de Argentina en Bélgica, Julio Florencio Cortázar Descotte, escritor, traductor e intelectual considerado como uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo, maestro del relato corto, la prosa poética y la narración breve en general.

Hijo de un funcionario asignado a la Embajada argentina en Bélgica, su nacimiento coincidió con el inicio de la Primera Guerra Mundial, por lo que sus padres permanecieron más de lo previsto en Europa. Cortázar llegó por primera vez a Buenos Aires a los cuatro años de edad, para establecerse en el suburbio de Banfield.

Tras completar sus estudios primarios, siguió los de magisterio y letras y durante cinco años fue maestro rural. Pasó más tarde a Buenos Aires, y en 1951 viajó a París con una beca. Concluida ésta, su trabajo como traductor de la Unesco le permitió afincarse definitivamente en la capital francesa.

Por ese entonces Julio Cortázar ya había publicado en Buenos Aires el poemario Presenciacon el seudónimo de «Julio Denis», el poema dramático Los reyes y la primera de sus series de relatos breves, Bestiario, en la que se advierte la profunda influencia de Jorge Luis Borges.

Creador de importantes novelas, con las que inauguró una nueva forma de hacer literatura en el mundo hispano, sus narraciones rompen los moldes clásicos, apartándose de la linealidad temporal, con personajes que alcanzan una gran autonomía y gran profundidad psicológica. Los contenidos de su obra transitan en la frontera entre lo real y lo fantástico, confiriéndole a la misma características surrealistas.

En la década de 1960, Julio Cortázar se convirtió en una de las principales figuras del llamado «boom» de la literatura hispanoamericana y disfrutó del reconocimiento internacional.

Su nombre se colocó al mismo nivel que el de los grandes protagonistas del «boom»: Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, los mexicanos Juan Rulfo y Carlos Fuentes, los uruguayos Juan Carlos Onetti y Mario Benedetti o sus compatriotas Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato, entre otros. A diferencia de Borges, Cortázar sumó a su sensibilidad artística su preocupación social: se identificó con las clases marginadas y estuvo muy cerca de los movimientos de izquierdas.

Influido por la Revolución cubana, sintió la necesidad de tomar posición en temas políticos y de esta forma, en 1963, participó en Cuba como jurado de un concurso literario a propuesta de la Casa de las Américas. No obstante que siguió publicando, fue hasta 1963, cuando publicó Rayuela, que alcanzó la fama.

La pieza, considerada su obra maestra, narra la historia de Horacio Oliveira, en la que propone diversas formas de lectura, con múltiples finales, haciendo vivir una experiencia diferente al lector.

Después de su acercamiento con Cuba, Cortázar comenzó a apoyar a líderes políticos como Fidel Castro, Salvador Allende o Carlos Fonseca Amador. Su compromiso político quedaría plasmado en su Libro de Manuel, publicado en 1973.

En 1984 recibió de manos de Ernesto Cardenal la «Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío».

En los años siguientes, ya como un escritor consagrado, publicó libros como Pameos y meopas (1971), los relatos de Octaedro (1974) y Queremos tanto a Glenda (1980), Un tal Lucas (1979) y Los autonautas de la cosmopista (1983).

Cortázar falleció el 12 de febrero de 1984, cuando las campanas anunciaban el mediodía en París, Francia.Los diarios de la época indicaron que su muerte fue producto de una leucemia, pero fuentes cercanas al escritor aseguraron que se debió a un extraño virus que comenzaba a propagarse y que contrajo producto de una transfusión de sangre, tras sufrir una hemorragia estomacal en 1981.

Prensa Digital MippCI/Agencias

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