Hace 90 años, el 28 de septiembre de 1928, el científico escocés Alexander Fleming inventó la Penicilina, primer antibiótico químico y el más utilizado en todo el mundo, que marcó un hito en la Medicina moderna.
El valioso antibiótico surgió a partir de un experimento fallido con la bacteria estafilococo, que contaminó las placas del experimento con un moho.
El científico observó que alrededor del hongo, las colonias de estafilococos más cercanas a él estaban muertas, mientras que las más lejanas se habían reproducido normalmente.
Fleming obtuvo el Premio Nobel en Fisiología o Medicina en 1945, junto con los científicos Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey, creadores de un método para producir el fármaco en masa.
Culturas milenarias, como en la India, China, Arabia, Serbia, Rusia y en la Norteamérica indígena, utilizaron hongos para curar heridas de guerra.
Igualmente, herboristas ingleses del siglo XVII, como John Parkington, incluyeron el tratamiento con hongos en los registros de farmacia.
Hoy, por su extraordinario valor terapéutico, la penicilina es usada para el tratamiento contra gran número de gérmenes infecciosos, especialmente cocos.
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