Este miércoles, 6 de febrero, se cumplen 90 años del natalicio del gran luchador revolucionario Fabricio Ojeda, el 6 de febrero de 1929, fue un destacado político, periodista y diputado al Congreso, que, tras el Pacto de Punto Fijo, por parte de las clases dominantes, abandonó su curul y la vida capitalina, para irse a la lucha armada, que se desarrollaba en las montañas, en la defensa de los más desfavorecidos.
Nacido en Boconó, estado Trujillo, desde muy joven se inició en la actividad política en la Unión Republicana Democrática (URD) y también presidió la Junta Patriótica que, en 1957, dirigió la lucha civil contra el Perezjimenismo.
Sus estudios universitarios los realizó en la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde se formó como periodista, labor que ejerció un año más tarde en el diario El Nacional, donde cubrió la fuente de Política en el Palacio de Miraflores. También trabajó en otros medios, como La Calle y El Heraldo.
A su llegada a Caracas en 1948, inicia una nueva etapa de su vida política, que se desarrolla entre aquel hombre legal, que estudia periodismo y se mueve en los entramados del poder de la dictadura perezjimenizta, incluso llegando a entrevistar en varias oportunidades al general Marcos Pérez Jiménez; y su actividad política para derrocarla, procurando siempre unificar a todos los factores que en aquel momento pugnaban de manera separada contra la dictadura.
De ahí en adelante, Ojeda pasó a formar parte de la historia contemporánea de Venezuela, por ser el artífice del movimiento popular del 23 de enero, con el que se pondría fin a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, en 1958.
Su militancia en URD fue hasta 1962, cuando renunció públicamente a su cargo como diputado al Congreso Nacional, para incorporarse a la lucha armada. Participó en la fundación de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), formalmente constituidas el 1° de enero de 1963, donde era conocido como el primer “Comandante Roberto”. También presidió el Frente de Liberación Nacional, en el distrito Argimiro Gabaldón.
En 1959, Fabricio Ojeda visitó durante cuatro meses La Habana, Cuba, donde se solidarizó con la Revolución de los barbudos, liderada por el Comandante Fidel Castro.
El 20 de junio de 1966, fue capturado en La Guaira, estado Vargas, por el Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA). Dos días después, y en muy extrañas circunstancias, apareció asesinado en su celda.
El 23 de enero de 2017, el Presidente Nicolás Maduro entregó la Orden Libertadores y Libertadoras de Venezuela en su primera clase, post mortem, al líder revolucionario, durante un homenaje que se le realizó en el Panteón Nacional, a donde fueron llevados sus restos, en reconocimiento a su lucha revolucionaria.
Prensa Digital MippCI/Agencias
