José Gregorio Hernández nació el 26 de octubre de 1864, en Isnotú, estado Trujillo, de los Estados Unidos de Venezuela, como se conocía la República en dicha fecha.
Fue hijo de Benigno Hernández Manzaneda y Josefa Antonia Cisneros. Dedicó su vida a la medicina, ciencia, educación y a la filantropía de profunda vocación religiosa.
En el año 1986 fue conocido como «El Venerable», título concedido por el entonces Papa Juan Pablo II.
Su vida fue un testimonio evidente de santidad, tanto que el Pueblo de la República Bolivariana de Venezuela y muchos latinoamericanos lo consideran Santo, por su solidaridad, caridad, generosidad, rectitud y servicio a los pobres, a pesar de que aún no ha sido canonizado por la Iglesia católica.
Este 29 sábado de 2019, se cumplen 100 años de la muerte del médico de los pobres, y los venezolanos elevan sus oraciones y peticiones a la Congregación para las Causas de los Santos en El Vaticano, Roma, para que sea reconocido como beato.
Existen numerables testimonios, pruebas médicas y teológicas, todas comprobadas, pero el suceso más reciente es el milagro de la niña Yaxuri Ortega, de 13 años de edad, quien en 2017 fue impactada por una bala en el cerebro y cuya recuperación científicamente era imposible, pero de manera inexplicable logró su sanación.
«El proceso ha cobrado celeridad. Ahora falta que los especialistas en el área de la neurología den su parecer y si no hay ninguna explicación de la ciencia, se pasa al Consejo de Cardenales que son quienes dan el dictamen final y, después de ello, el anuncio romano de la beatificación», explicó el presbítero Luis García, vicario parroquial de la Iglesia Católica Nuestra Señora de La Candelaria, donde reposan los restos de Hernández, en Caracas.
Luego de su beatificación, José Gregorio Hernández necesitará de un segundo milagro como hecho de fe de que Dios aprueba la decisión de la Iglesia, para ser canonizado, considerado Santo y ser venerado en Roma y en todas las Iglesias católicas.
La santificación significaría una alegría muy grande para Venezuela, aunque en el corazón del Pueblo devoto ya él es un Santo.
A propósito de conmemorar el centenario de su fallecimiento, en Caracas específicamente en la parroquia La Candelaria, se realizaron diferentes actos que iniciaron desde este viernes 28 de junio, los cuales duraron toda la noche hasta el amanecer del 29, día en el que se realiza una procesión por el lugar, llevando objetos personales de “El Venerable”.
«El médico de los pobres», como también es llamado, murió el 29 de junio de 1919 a los 54 años de edad, tras golpearse la cabeza con el borde de una acera, a consecuencia del impacto de un automóvil. El hecho ocurrió en la esquina de Amadores, La Pastora, Caracas, Venezuela.
El legado de José Gregorio Hernández siempre estará presenten en la mente y en el corazón de los venezolanos, ya que él con su profundo amor por los más necesitados lo llevó a disertar entre lo tangible y lo inexplicable.
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