Palacio de Miraflores, Caracas. – “Hablan de derechos humanos cuando por medio de su presión extrema han atacado a la salud, el bienestar e incluso la vida de todos los iraníes (…) se han opuesto a la voluntad de los pueblos”.
Esta fue la denuncia que presentara el presidente de Irán, Hasan Rohani, durante su discurso ante la 75° Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), por las constantes sanciones unilaterales y coercitivas que impone el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU) a países que no se subordinan a pretensiones colonialistas.
Al respecto enfatizó que “el pueblo de Irán está haciendo frente a las sanciones más duras que se le hayan impuesto en su historia, lo que representa una grave y evidente violación de la Carta de las Naciones Unidas y los acuerdos internacionales, así como la Resolución 231 del Consejo de Seguridad”.
Al igual que Irán, Cuba, Corea del Norte, Irak, Bielorrusia, Siria, Libia Rusia y Venezuela forman parte de las naciones a las que la administración estadounidense, con la máscara de una erosión de los derechos humanos, ha pretendido imponer una política hostil atentando contra la cotidianidad y necesidades básicas de sus ciudadanos, alentado el derrocamiento de gobiernos legalmente constituidos para imponer regímenes dictatoriales.
“Los Estados Unidos no pueden imponer negociaciones ni guerras, la vida es muy dura cuando se imponen estas sanciones, no obstante la vida será más dura si no gozamos de independencia”, Insistió el mandatario iraní.
Desde diciembre de 2014 el presidente estadounidense Barack Obama impuso sanciones contra Venezuela, las cuales consistieron en la congelación de activos, negación de visados para funcionarios de la nación criolla, acusándolos además como presuntos responsables de la violación de derechos humanos en protestas planificadas y fomentadas por líderes de la ultraderecha venezolana.
Luego de 6 años, Venezuela continua haciendo frente y resistiendo al constante asedio, amenazas, robos a sus bienes y activos, acciones terroristas y desestabilizadoras para acabar con la Revolución Bolivariana, fracasando en cada intento al subestimar la voluntad y determinación del pueblo.
“La respuesta a la paz no puede ser la guerra, el premio por lucha contra el extremismo no puede ser el asesinato, la reacción frente a libertad de los pueblos que eligen por medios de las urnas a sus dirigentes no puede ser agitaciones externas, ni el respaldo a los procesos no democráticos”.
Finalmente, Rohani aseguró que “ha llegado la hora de que el mundo diga no frente a la arrogancia y el acoso, la era de la dominación ya ha pasado, nuestras naciones e hijos merecen un mundo mejor basado en el estado de derecho”.
Prensa Presidencial/ Andrelys Carrasquel
