Fe, Presidente

Nuestro compatriota insigne, máximo escritor y novelista excepcional, don Rómulo Gallegos, culmina su inigualable obra Doña Bárbara aludiendo a los pobladores de la patria así: “Un pueblo bueno que ama, sufre y espera…”. Frase maravillosa que ha recorrido el mundo en múltiples idiomas.

Un ejemplo enaltecedor de esta inequívoca apreciación de don Rómulo se ha manifestado desde las diferentes regiones del país con motivo del inesperado recrudecimiento de las dolencias que han venido aquejando al presidente Chávez y que, lamentablemente o mejor afortunadamente, han requerido una nueva intervención quirúrgica, de la cual, seguro estamos los venezolanos, ha de salir sano y salvo como hasta ahora, pues las plegarias de todo un pueblo unido, pletóricas de fe, se elevan al infinito hasta restablecerle las fortalezas biológicas transitoriamente quebrantadas.

El pueblo sabe lo gran hombre que es Chávez, lo buen venezolano, un buen hijo como buen hermano, un buen padre y mejor abuelo, un leal y consecuente amigo y, sin duda, el mejor presidente.

¿Cuántos ruegos colman las sentidas plegarias que este “pueblo bueno” le hace al Creador? Restablecerle plenamente la salud, obviamente, ocupa primacía en las oraciones colectivas llenas de optimismo imperecedero, hasta de alegría con aflicción serena porque nuestro pueblo intuye, con convicción plena, que Chávez regresará con mayor vitalidad, fortaleza física y espiritual para continuar la impostergable tarea de hacer la Venezuela grande, hermosa e independiente, libre y nuestra como la soñaron los padres libertadores que por ella lucharon, sufrieron   y murieron…

Fe, Presidente, que este glorioso pueblo venezolano ora, “ama, sufre y lo espera..”.

 

MANUEL A. GUZMÁN GÓMEZ / CIUDAD CCS

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