Cuando los españoles llegaron a principios del siglo XVI a usurpar las tierras de lo que sería Venezuela, aproximadamente medio millón de personas vivían en una estrecha relación con la naturaleza.
La filosofía de todas las etnias que se repartían esas selvas, esas montañas y esas llanuras irrigadas por ríos caudalosos, era la preservación del equilibrio entre las necesidades inherentes al desarrollo y crecimiento poblacional, con la protección de la flora y la fauna silvestres, sin las cuales desaparecerían. Este folleto puede considerarse un tributo a nuestros valientes aborígenes.
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