La presencia del presidente del Instituto de Patrimonio Cultural (IPC) de Venezuela, el arquitecto Raúl Grioni, ha contribuido a promover el debate sobre la repatriación de la piedra Kueka (Abuela) en Alemania.
El Ministerio de Exterior alemán ha tomado cartas en el asunto y también el artista Wolfgang Kraker von Schwarzenfeld ha flexibilizado su posición respecto a una solución que podría beneficiar a todas las partes involucradas.
Desde 1999 la piedra Kueka, de 30 toneladas, está en la capital alemana, donde forma parte de la obra «Global Stone Project» junto con otras cuatro rocas, que tienen su par en uno de los cinco continentes. Respecto a la legalidad del transporte, la fiscalía venezolana ha abierto investigaciones contra tres funcionarios por un supuesto delito de contrabando agravado.
La protesta de los representantes del pueblo Pemón ante la Embajada alemana en Caracas y los encuentros que el arquitecto Grioni mantuvo estos días en la capital alemana contribuyeron a que la repatriación del símbolo indígena volviera a ser tema en los medios de comunicación y en las agendas políticas. A ello se suman dos acciones de protesta, una organizada por personas solidarias con el pueblo Pemón y otra por miembros de la juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en Alemania, que tuvieron lugar la semana pasada en Berlín.
La Embajada de la República Bolivariana de Venezuela, dirigida por la encargada de negocios ad interim, la ministro consejera Laura Cristina Medina Francia, ayudó a que el diálogo entre las diferentes partes pudiera establecerse.
En conversación con AVN, el arquitecto Grioni subrayó que su misión consistía principalmente en informar a los medios de comunicación alemanes sobre los pormenores de la reclamación de la piedra, hecha por el pueblo Pemón y respaldada por la Asamblea Nacional. También estableció el contacto con instituciones alemanas. Dejó claro que «no hay ninguna finalidad política» detrás de la reclamación, ya que todas las fuerzas que coexisten en el parlamento venezolano avalaron la solicitud. Además, recordó las ilegalidades que rodean el transporte de la piedra Kueka a Alemania y que son investigadas por la justicia venezolana.
Con estas declaraciones, Grioni consiguió que los medios de comunicación alemanes expusieran una visión diferentes sobre el tema, distinta a la de von Schwarzenfeld, quien hasta ahora afirmaba la legalidad de sus hechos y mostraba cierta resistencia a la hora de buscar una solución negociada al conflicto.
Sin embargo, en declaraciones al diario capitalino Berliner Zeitung el artista muestra ahora cierta flexibilidad, pues ya no se cierra a que la piedra Kueka vuelva a su lugar de origen. El rotativo lo cita con palabras como éstas: «Para los Pemón devolvería la piedra». No obstante, alega que el presidente Hugo Chávez supuestamente usa el tema «para su campaña electoral».
Según la misma fuente, el artista rechazó la oferta que le hizo Grioni, que puso a su disposición un helicóptero y protección militar para buscar otra piedra. No obstante, Von Schwarzenfeld estaría dispuesto a buscar otra pieza en EEUU o Canadá si el gobierno venezolano le paga el viaje a él y a su familia. «Eso tiene que ser muy pronto. No sé cuánto tiempo me queda aún», dice el hombre de 79 años.
El pasado martes 26 de junio, el portavoz del Ministerio de Exterior alemán, Andreas Peschke, dijo ante la prensa que su institución «está muy consciente del problema e intenta buscar una solución consensuada hablando con todos los involucrados». Añadió que «en algunos puntos ya existe una base común, en otros no. Por lo tanto, tenemos que esperar cómo transcurrirán las conversaciones en su totalidad».
Tanto la empresa de marketing que en 1998 realizó el proyecto con Von Schwarzenfeld, como también la Alcaldía de Berlín, que es la propietaria del parque Tiergarten, donde se halla la piedra Kueka, ceden el paso al Ministerio de Exterior alemán para solucionar el problema. Está ahora en manos de los cuerpos diplomáticos alemanes y venezolanos hacer que la Kueka vuelva a su lugar de origen.
