Este jueves, el Parlamento búlgaro aceptó la renuncia del primer ministro, Boiko Borisov, presentada un día antes tras la ola de protestas por el incremento del servicio eléctrico y los recortes.
La moción fue sancionada por el poder legislativo con 209 votos a favor, cinco en contra y una abstención, reportó EFE.
El presidente disolverá al Parlamento y designará un gobierno técnico para preparar las elecciones que podrían convocarse para finales de abril.
«Nuestro poder viene del pueblo y hoy se lo devolvemos al pueblo», afirmó en la víspera el político conservador ante el legislativo mientras afuera del recinto decenas de miles de personas protestaban contra la corrupción y la supuesta vinculación del gobierno con las mafias.
«Las protestas continuarán porque exigimos reformas de la Constitución que permitan una participación ciudadana de al menos un 50 por ciento en todos los niveles del poder», escribió en una red social, Yanko Petrov, uno de los organizadores de las manifestaciones.
La dimisión no ha sido suficiente para aplacar la ola de descontento. Y este jueves más de dos mil personas se concentraron a las afueras del Parlamento.
«Si los partidos políticos se declaran en contra (de esta exigencia), significa que no deben tener un lugar en Bulgaria», agregó Petrov.
EFE / AVN
