Que no se confunda la derecha, porque la tristeza que embarga al país por la desaparición física del presidente Chávez no es debilidad, enfatizó Nicolás Maduro.
Teatro Catia, Caracas Ante las infamias, las mentiras y el odio de la oposición apátrida para tratar de envenenar el alma del pueblo venezolano, nuestra respuesta y mayor victoria es la paz y el amor, dijo el presidente (e) de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro.
Nuestra mayor venganza es que la Revolución Bolivariana continúe, aseveró Maduro al leer el poema titulado Mi venganza personal, escrito por Luis Enrique Godoy, y al recordar la historia de Tomás Borge, miembro fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua (FSLN).
La oposición apátrida pretendió envenenar el alma y la conciencia de los venezolanos —arreciando su inhumana campaña— durante los difíciles días que le tocó enfrentar y batallar al presidente Chávez por su enfermedad, con el objetivo de desestabilizar al país cuando se produjera la noticia de su desaparición física.
Su objetivo era incendiar a Venezuela, tal y como ocurrió en Colombia el 9 de abril de 1948 con la desaparición física de Jorge Eliécer Gaitán, desencadenando el suceso conocido como el Bogotazo.
La violencia no tuvo ni tiene cabida en el país porque «nuestro pueblo es grande y consciente (…) y porque nosotros (el Gobierno Bolivariano) hicimos un llamado a la paz», afirmó Maduro.
Mientras los responsables del odio y la mentira no descansaron ni descansarán un minuto para mentir, la tarea diaria de los revolucionarios debe ser el llamado a la armonía, reiteró Maduro, al recordarles a quienes deseen continuar por el camino de la violencia que no se confundan, porque la tristeza que embarga al país en estos momentos no es debilidad.
Por Maryuri Varela
