Palacio de Miraflores, Caracas. Hoy la vida coloca a Nicolás Maduro en una tarea nada fácil: continuar el legado del comandante supremo de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez. Él pide fuerza y unidad, porque juntos es como se logrará consolidar el sueño patrio dejado por el líder bolivariano.
Este domingo concedió una entrevista al periodista José Vicente Rangel, quien le consultó al hombre y al político sobre lo que llama «el desafío colosal», suceder a Hugo Chávez y ser él mismo.
«Él me dejó esta bandera y yo la asumo, José Vicente, con reciedumbre, con fuerza, con amor. Amor por él, y te lo digo desde mi convicción y mi sentimiento de cristiano, hoy más cristiano que nunca».
Asegura que ahora, en éstas últimas noches, ha comprendido que estaba siendo preparado por el Comandante supremo de la Revolución: «Yo no lo sabía. Me preparó para grandes tareas. Primero me dijo, un día 7 de agosto, lunes, del año 2006: «Nicolás, te voy a designar canciller», y yo le dije: «Presidente, ¿usted ha pensado bien eso? ¿Canciller?». Y él me dijo: «Lo he pensado mucho y muy bien. ¡Vente, que ya el trabajo empieza!».
Un mes después Maduro estaba en la Organización de Naciones Unidas (ONU) y ahí, frente al mapa del mundo, «un día yo me encontré en la ONU, un mes después, frente a un mapa del mundo, revisando dónde quedaban países que jamás había nombrado, ni conocido», y entendió que Chávez «le cambió el mapa de Caracas, el mapa de El Valle, el mapa del barrio por el mapamundi. Tengo que responderle: yo tuve 6 años y 5 meses completos de la vida de esta Revolución siendo un canciller de Hugo Chávez. Eso no me llena de vanidad, ni de nada de eso, sólo me da un gran sentimiento».
Maduro sabe que sólo unidos pueblo y Gobierno se podrá garantizar el proyecto revolucionario: «Para que yo sea Chávez, para que todos seamos Chávez, tenemos que ser todos él, tenemos que estar juntos. Esa consigna: “¡Yo soy Chávez! ¡Tú eres Chávez! ¡Él es Chávez!”, se convierte en “todos somos Chávez” en el momento en que estamos juntos, en que yo sea un instrumento del poder del pueblo. Y así voy a ser», dijo Maduro.
Ratifica lo que ya dijera en estas últimas jornadas de despedida al comandante Chávez, que ahora, tras cumplir la tarea encomendada, Maduro sólo aspira reencontrarse con Hugo Chávez en esa otra vida en la que ya está el Comandante: «Esa es mi máxima aspiración de vida y la voy a cumplir, ¡se lo juro al pueblo!, ¡yo la voy a cumplir, no le fallaré a Chávez, ni le fallaré al pueblo!».
Por Marynés Ladera Castillo
