Laberintos

Uno: para la oposición es un verdadero problema la elección municipal del próximo 08 de diciembre. Le ha dado tanto palo al árbitro, ha descalificado tan brutalmente al Consejo Nacional Electoral, que resulta difícil que ahora recoja velas. Que ahora le saque de la cabeza a sus electores que pueden votar confiadamente ese día, con la seguridad de que su decisión no se verá afectada por las “ladronas de voto” que dirigen el CNE en Venezuela. ¿Qué hacer también con la letal versión que sus voceros han esparcido por el mundo, en el sentido de que el Poder Electoral en Venezuela no es de fiar, que lo integran personas que no respetan la voluntad popular? Resulta difícil convencer ahora a la gente que vota por la oposición de lo contrario, así Capriles diga que se convertirá en jefe de la campaña visitando todos los municipios del país. Porque ese no es el problema. Capriles ha abusado en exceso en lo que dice todos los días, con el lenguaje cloacal que emplea, aconsejado por J.J Rondón, basado en insultos, en ataques desmesurados a diestra y siniestra. A todo eso que el país conoce, principalmente lo del fraude, que hace pensar a mucho opositor que no se puede confiar en el CNE, a lo que hay que agregar lo mal que quedó con motivo de la presentación del video por el diputado Caldera, a quien durante la campaña, cuando se produjo el escándalo, repudió de inmediato y expulsó del equipo que lo acompañaba. ¿Qué hará el liderazgo opositor a partir de ahora? ¿Meterse de lleno en la Campaña? ¿Tragarse el caso Caldera? Seguramente lo hará. Pero en lo que no hay seguridad es en que sus votantes lo acompañen. Porque el fantasma del fraude que ese liderazgo convirtió en la gran excusa de la derrota, lo persigue. Claro que si pierden, como todo indica que ocurrirá, tienen la excusa. Que a nadie ya convencerá. Por eso la oposición, sus líderes y en particular Capriles están metidos en un complicado laberinto.

Dos: otro laberinto es aquel en que se metió la oposición con su turismo por el exterior. Destinado a descalificar al CNE ante gobiernos y dirigentes afuera, sin importarle para nada la imagen de Venezuela. Giras que son un fracaso. Que sólo han servido para alimentar la mediática tarifada y tratar de mover una derecha que tiene demasiados problemas en sus respectivos países. Pero el tiro de cachito a ese esfuerzo ridículo, rocambolesco, patético, de derecha venezolana por difundir en el exterior sus situación se lo dio, nada menos y nada más, que EEUU. La reunión de Kerry, secretario de Estado, con el canciller venezolano Jaua, en Guatemala, fue un golpe impredecible para una oposición que dice estar muy informada de los planes del imperio. Algunos en la desestabilizada oposición venezolana, lo consideran un golpe bajo. Tal y como se deduce de la declaración de María Corina Machado—la “Juna de Arco” de la derecha venezolana–, quien, prácticamente, recrimina a los EEUU haber abandonado a Venezuela. Y Lo dice, entre otras razones, porque el día antes de la reunión Kerry-Jaua, ella le pidió al Congreso Norteamericano que condenara a Maduro por ser un presidente “ilegitimo”, y resulta que la respuesta del gobierno de Obama ha sido, en el fondo, el reconocimiento de la elección del mandatario venezolano. ¿Por qué? Porque esa oposición ya es una carga oara ellos. Pero cuando los que se encuentran adentro están desbordados por el odio, una y otra vez tropiezan, en la búsqueda de salida, con lo inevitable: que no existen y tienes que dar vueltas y más vueltas.-

Por Marciano / Patria Grande

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