Palacio de Miraflores, Caracas “La ética del poder es la ética de Hugo Chávez”, fue una de las reflexiones que el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, compartió con el pueblo venezolano sobre su encuentro con el papa Francisco, por 20 minutos, en la Ciudad del Vaticano.
Manifestó que admira la ética de poder del Sumo Pontífice y que le impactó su sencillez y su humildad, al reiterar que le entregó una propuesta para una alianza social entre la Santa Sede y el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela en favor de los más humildes.
Sobre los obsequios que intercambiaron dijo que le entregó la figura del doctor José Gregorio Hernández, para quien pidió que sea reconocido como santo en el mundo. Además llevó la última proclama de Hugo Chávez. Recibió de manos del papa Francisco el libro titulado La aparecida, cuyo texto es resultado del trabajo de la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe.
Enmarcado en los resultados de su exitosa gira por Italia, Portugal y Francia, comentó su visita al Monte Sacro, donde veneró la memoria de dos gigantes: la del comandante supremo Hugo Chávez y la del Libertador Simón Bolívar, quienes fueron antiimperialistas.
Además reafirmó su lealtad con el líder de la Revolución Bolivariana, quien hasta el último día de su vida cumplió con el juramento que realizó en el Samán de Güere, en el año 1992.
“Tenemos que ser leales a Chávez, siempre y por siempre. Así que nosotros fuimos a conectarnos con ese juramento en el Monte Sacro”.
Aprovechó la ocasión para hacerle un llamado a la reflexión a quienes aspiren participar en las elecciones de alcaldes, a celebrase el próximo 8 de diciembre, para que apliquen la ética d
el poder y se desprendan de los intereses individualistas.
«Como decía Ernesto “Che” Guevara de la Serna: “El poder bestializa al hombre”. Chávez nos enseñó lo contrario: “El poder le pertenece al pueblo”».
Por Maryuri Varela Blanco
