Al menos 16 personas murieron este jueves, entre ellas siete menores, mientras que 23 resultaron heridas a causa de una explosión de carro bomba en la localidad de Qatana, al sur de Damasco (capital siria), informó la agencia de noticias oficial Sana.
Además, Sana indicó que el «atentado terrorista» que registró en la zona residencial de Ras Al Naba, cerca del colegio Mijail Samaan, causó daños materiales en vehículos, comercios y edificios cercanos al lugar de los hechos.
Según una fuente del hospital Jaled Saqa Ameni, donde fueron ingresadas las víctimas, la mayoría de los heridos son menores y mujeres, algunos de ellos graves.
Por su parte, el corresponsal de teleSUR en Siria, Hisham Wannous informó que «una serie de atentados con carros minados y artefactos explosivos sacudieron diferentes barrios de Damasco» este miércoles.
«Tres explosiones tuvieron como blanco la sede del Ministerio del Interior sirio, que causaron la muerte de cinco personas y 23 resultaron heridas (…) Los hechos muestran la tendencia terrorista», indicó el periodista.
El ministro del Interior, Mohamed al Shaar, y otros altos funcionarios salieron ilesos del ataque, informaron medios internacionales.
El Ejército sirio «sigue combatiendo estos actos terroristas, esperando ganar la batalla al terrorismo promovido por los supuestos amigos de Siria», señaló Wannous.
En los últimos meses han aumentado las explosiones de artefactos o carros bomba en Siria, sobre todo en Damasco y su periferia. Los atentados han sido atribuidos a grupos armados que desde el 2011 buscan con sus acciones de violencia derrocar al presidente sirio, Bashar Al Assad.
Damasco ha manifestado que potencias extranjeras han orquestado un plan de descrédito y desestabilización en el país.
Arabía Saudita, Turquía y Catar han dotado a los grupos opositores de armamento y financiamiento y según el Ejecutivo sirio el propósito es intensificar los ataques terroristas para buscar la salida del poder de Al Assad.
Según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), los ataques terroristas han dejado más de 25 mil muertos, mientras que 2,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria. Además, más de 250 mil sirios se han refugiado en países vecinos.
