El Banco de Venezuela (BDV), que esta semana celebró los ochos años de su nacionalización, se ubica a la vanguardia de los principales indicadores del sistema financiero nacional, con una cartera de créditos bruta que suma hasta 2017 los 2,1 billones de bolívares.
Gran parte de ese financiamiento se dirige al fortalecimiento de la economía productiva. Así, desde su transformación en un banco del Estado en 2009, ha otorgado 277.843 millones de bolívares en préstamos para el sector agropecuario y la cartera turística suma 71.286 millones de bolívares.
Los microcréditos, dirigidos a los pequeños empresarios, totalizaron 50.619 millones de bolívares, mientras que la gaveta de manufactura alcanza los 246.682 millones de bolívares, resalta una nota de prensa de la entidad bancaria.
El BDV finalizó los primeros cinco meses de 2017 con un total de 64.370 millones de bolívares en dividendos aportados al Fondo de Eficiencia Socialista, empleado por el Ejecutivo para el impulso de programas. Hasta finales de mayo, la institución acumuló 89.183 millones de bolívares en dividendos.
Asimismo, cuenta con un patrimonio de 288.361 millones bolívares, mientras que los activos ascendieron a 4,2 billones de bolívares.
En 2017, la entidad ha brindado apoyo a comerciantes afectados por los actos vandálicos promovidos por sectores de la derecha desde abril.
El BDV fue nacionalizado por decisión del presidente Hugo Chávez. «Estoy interesado en comprar y vamos a nacionalizar el Banco de Venezuela para ponerlo al servicio del pueblo venezolano; hago un llamado a los señores dueños para que vengan por aquí y empecemos a negociar», dijo Chávez en 2008, durante un acto en el Palacio de Miraflores.
Una vez concretada la nacionalización, en 2009, la entidad ha tenido un crecimiento exponencial de la cartera de clientes al pasar de 4 millones a más de 11 millones de ahorristas, y sumar, para el cierre de mayo, 3,7 billones de bolívares en depósitos de los clientes.
Prensa Mippci / AVN
