La entrada a un gimnasio de San Carlos le cambió la vida a Betsi Rivas cuando tenía 15 años. En ese momento sintió que las pesas y ella tenían mucho en común. Desde entonces, las hizo parte de su vida al punto que hoy éstas la han llevado a distintos escenarios mundiales para que represente a Venezuela en la halterofilia.
El próximo reto para esta cojedeña será el 28 de julio cuando participe con el levantamiento de pesas en la categoría de 48 kilogramos, durante la trigésima edición de los Juegos Olímpicos que tendrán lugar en Londres, Inglaterra.
«Vamos para adelante con el favor de Dios, yo sueño con el triunfo de las pesas en las olimpiadas pero también con el de los demás deportes porque hemos trabajado arduamente», destacó.
Rivas lleva 11 años dedicada al levantamiento de pesas y desde hace 6 forma parte de la selección nacional con el apoyo de su entrenadora Ana Arráez, quien desde sus inicios ha sido su guía.
«A mí me ha costado mucho estar aquí, pero con esfuerzo y disciplina he logrado mantenerme, uno aprende a concentrarse y a controlarse porque antes de la competencia se sienten nervios, no es fácil saber que te están evaluando y te están mirando tantas personas, mas nuestro enfoque debe estar en levantar las pesas».
Ubicarse entre las mejores 8 de la cita olímpica para obtener un diploma o entre las 3 primeras para conseguir una medalla, son las aspiraciones de esta pesista en su primera participación en la máxima justa del deporte, «pero ya con el hecho de haber clasificado siento que es un privilegio y un honor».
[quote]»Me siento feliz, orgullosa de mí misma, de mi familia, y de toda Venezuela que me ha apoyado, sólo le pido a mi nación que no deje de respaldarnos porque cada uno de nosotros saldremos a dar todo y, en mi caso, trataré de hacerlo dignamente como lo he hecho hasta ahora».[/quote]
El pasado ciclo olímpico fue vital para la carrera deportiva de Rivas y su ascenso ha llegado conforme a la medida en que sueña. «Desde que comencé anhelaba ir a unos Juegos Nacionales y lo logré. Luego me dije: ‘¡Ay! Quiero ir a unos Suramericanos’ y se dio; después deseaba estar en los Panamericanos del 2007 y pude, gracias a Dios. Entonces comencé a soñar con Beijing, pero por problemas personales no pude asistir».
La madre de la atleta falleció en 2008, cuando se celebraron esas olimpiadas, hecho que la afectó mucho en aquel momento. «Pero hoy día me siento mejor, ya que camino de la mano de Dios. Además, cuento con el apoyo de mi esposo, Juan José Mena, en todo momento y aún más durante mis viajes. Nos tenemos mucha confianza, él me respalda siempre».
La llanera ha conquistado en el presente ciclo olímpico las tres medallas de oro de los XVI Juegos Bolivarianos de Sucre (Bolivia) 2009, las 3 preseas doradas en la IX edición de los Juegos Suramericanos de Medellín 2010 y en los Panamericanos de Guadalajara 2011 obtuvo la presea de plata.
En diciembre de 2011, Rivas hizo historia nuevamente al ubicarse en el octavo lugar de los Juegos Nacionales, rompiendo el récord nacional de levantamiento de pesas impuesto hasta entonces por la apureña Remigia Arcila, quien en 2007 alzó 92 kilogramos. La nativa de San Carlos mostró su hegemonía al levantar 93 kilos.
El cupo a Londres
Los cupos para las pesas venezolanas en la máxima cita del deporte fueron conseguidos a raíz del buen desempeño de los atletas criollos en el campeonato Mundial de la especialidad, que se desarrolló en París durante noviembre de 2011. «Tanto eso como nuestra trayectoria en otros eventos nos ayudó para que la Federación se decidiera por mí y mis compañeros Inmara Henríquez y Junior Sánchez».
Rivas ha pasado por una base de entrenamiento en Bulgaria y un campamento de altura en Sierra Nevada, España, para elevar su nivel competitivo antes de llegar a Londres y, una de las cosas en las que más se ha hecho énfasis durante su preparación es en el arranque, «porque allí he tenido algunas debilidades y estamos trabajando en eso, entrenamos dos veces al día por cuatro horas, dos en la mañana y dos en la tarde».
Para la atleta, el que quiere puede y el conformarse o bajar los brazos ante la adversidad no va acorde con su creencia, «si en una competencia se tuvo malos resultados no hay que rendirse sino levantarse y seguir adelante, porque de los días malos también se aprende».
AVN
