Este domingo 16 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Protección de la Capa de Ozono. Una jornada que quiere servir también de llamada de atención sobre el impacto que tienen los acuerdos internacionales para proteger el medio ambiente.
La Organización de las Naciones Unidas conmemora el 25 aniversario del Protocolo de Montreal, un documento acordado en septiembre de 1987 que frenó la destrucción de la capa de ozono, que protege la Tierra de los rayos ultravioletas del Sol.
«El Protocolo de Montreal evitó un gran y monumental desastre», afirmó Geir Braathen, experto de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), agencia de la ONU que cifra en millones los casos de cáncer y cataratas oculares que se han evitado gracias a este pacto.
El experto de la OMM indicó que «hasta la fecha no hay una recuperación inequívoca de la capa de ozono (…) Pasarán décadas antes de que la capa de ozono vuelva a su estado normal», dijo Braathen, quien agregó no obstante que «la destrucción ha terminado y se ha equilibrado» en los últimos 25 años.
Sin embargo Alberto Redondas investigador de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de España, advierte que la sociedad actual «está menos concienciada» sobre los efectos dañinos de la capa de ozono.
El interés por la capa de ozono es cada vez menor, hace años fue centro de atención mediática y política pero ya no es noticia, explica el investigador quien agrega que el Protocolo de Montreal funcionó en su momento y las emisiones de gases se redujeron, pero el problema sigue estando presente y uno de los ejemplos más llamativos es el agujero en la capa de ozono que afecta actualmente a la Antártida.
Se denomina capa de ozono a la concentración relativamente alta de ozono que se encuentra en la estratosfera, entre los 15 y los 40 kilómetros de altitud de la superficie terrestre. Está constituida por el 90 por ciento del ozono presente en la atmósfera, y absorbe el 97 por ciento de la Radiación Ultravioleta-B (UV-B) de alta frecuencia, permitiendo la vida en el planeta.
El ozono es una forma alotrópica del oxígeno, estable en determinadas condiciones de presión y temperatura. Actúa en la atmósfera como filtro de las radiaciones nocivas, permitiendo que ingresen otras como la ultravioleta de onda larga, la cual permite el proceso de fotosíntesis del reino vegetal, y por consiguiente la formación del oxígeno necesario para la vida.
La capa de ozono sirve de escudo para proteger a la Tierra contra las dañinas radiaciones ultravioleta B provenientes del Sol actuando como un filtro, y un exceso de las mismas o una exposición incontrolada puede producir entre la población enfermedades de diversa tipología como cataratas en los ojos o cáncer.
teleSUR/ Prensa MinCI
