Jóvenes de los Centros de Formación Integral, adscritos a la Fundación de Niñas, Niños y Adolescentes del Gobierno del Distrito Capital, se suman a la siembra y cultivo de productos agrícolas como parte del proceso aprendizaje para la vida y en contribución a fortalecer las bases populares, sumándose a las políticas revolucionarias que adelanta el Gobierno Bolivariano.
Es así como, el Centro de Atención Integral Alberto Lovera, ubicado en el sector de Ruiz Pineda de la parroquia Caricuao, que atiende a adolescentes entre 14 y 18 años, brinda las herramientas necesarias para que los jóvenes que hacen vida allí, adquieran conocimientos de cultivo que posteriormente reproducen en sus hogares.
Rolando Marcano, director del Centro, informó que la capacitación es dictada por profesionales técnicos de la Fundación de Capacitación e Innovación para Apoyar la Revolución Agraria (Ciara) que abarca desde el proceso de tratamientos de semillas, pasando por la germinación de las plántulas hasta su trasplante en la mesa o cantero de cultivo.
Marcano detalló que hasta la fecha se ha logrado obtener producción de ají dulce, pimentón, cebollín y cilantro, que han sido utilizados para abastecer en el comedor del Centro y otras sedes regionales; además del cultivo de plantas medicinales como acetaminofén.
El Director del Centro resaltó la vinculación directa con las comunidades aledañas y su participación activa en todas las actividades socioproductivas, de carácter académico y de formación con los adolescentes.
Señaló que existe una propuesta de inaugurar próximamente un patio productivo más amplio, de unos 436 metros cuadrados, donde se espera tener más de 10 canteros para colocar estas plántulas, así como también del cultivo de plantas frutales, tubérculos y verduras.
Johan Escalona, agradeció al centro todo el proceso de formación que le está brindando, que le ha permitido reinsertarse al sistema educativo replicando todos los concomimientos adquiridos en su hogar.
“Yo les digo a los demás jóvenes que aprendan a cultivar, sembrar matas, y que aprendan a comportarse para llevar un futuro adelante”, manifestó.
María Molina, otra de las adolescentes atendidas en el Centro de Formación Integral, dijo sentirse muy agradecida de todos los conocimientos aprendidos, además que sentirse útil sembrando y cultivando productos que luego son utilizado en la comida del propio espacio de formación.
Prensa Capital
