Parroquia Cartanal, estado Miranda.-El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció que, a partir de este momento, a aquellos comercios que se les compruebe que están siendo participes de planes especulativos, acaparamiento y sabotaje, actuará con mano firme y estos serán intervenidos y entregados a las comunas.
“A partir de este momento, aquellos negocios que se les compruebe directamente que están partícipes en planes especulativos, que se les compruebe planes de acaparamiento y sabotaje, yo voy a actuar con la mano más dura posible y esos negocios los voy a intervenir de manera directa y muchos de esos negocios se los voy a entregar a las comunas y los consejos comunales”, sostuvo desde la parroquia Cartanal, en el estado Miranda.
Desde el lugar en donde activó el Programa Mercal Casa Por Casa, el Presidente sostuvo que el objetivo de ellos (los especuladores junto a los medios de la burguesía) es generar una guerra económica y desabastecer. (…) es la locura de ellos, la locura. Tenemos que redoblar los planes que tenemos. Hemos creado el Mercal Obrero y el Mercal Casa por Casa”, para combatir los ataques, dijo Maduro.
En ese sentido, el Mandatario llamó a comerciantes a no prestarse a las campañas de desabastecimiento y especulación. “Le he dicho a la FANB para respaldar a las acciones de Superintendencia Nacional de Costos y Precios (Sundecop), para frenar las acciones de acaparamiento y especulación”.
También indicó que aquel que trabaje apegado a la ley y al respeto al pueblo puede seguir prestando su servicio. “Ahora aquellos que se la pasan especulando, vamos a actuar con firmeza. Pidió también vigilancia popular en este sentido”, advirtió el jefe de Estado.
Insistió que los medios de comunicación de la burguesía solo critican los pasos de la revolución, “los rostros del pueblo no son los rostros de la prensa burgués”.
Maduro reiteró que éstos (medios burgueses) buscan es desestabilizar mientras la Revolución busca triplicar los avances en el sector alimenticio con las jornada de Mercal Casa por Casa.
Por Anaís Pérez
