Cuando se creen condiciones mínimas para que la frontera funcione como zona de paz se restituirá el paso

FOTO: Alexander Gómez
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Palacio de Miraflores, Caracas. El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, es tajante: decretar el estado de excepción en seis municipios del estado Táchira, fronterizos con el Departamento del Norte de Santander, de Colombia, y el cierre temporal del paso limítrofe son medidas que buscan restablecer la paz en la zona, garantizando la protección del pueblo.

En tal sentido, las iniciativas son a su juicio “el punto de partida para acabar con los grandes y graves daños, vicios que hay en la frontera, como el paramilitarismo”.

Estas impresiones las ofreció durante la conferencia de prensa que ofreció este lunes en el Palacio de Miraflores, para exponer un balance de resultados tras poco más de 72 horas de la orden de cierre de los pasos fronterizos en San Antonio y Ureña, del estado Táchira, una medida que ha sido malinterpretada por algunas autoridades colombianas y manejada tendenciosamente por los medios neogranadinos.

“Ellos (en Colombia) dicen que el cierre de frontera ocasiona grandes daños, creo que es al revés, trae un gran bien (…), los graves daños los ocasionan quienes se roban combustible, alimentos, y en las calles de Cúcuta —capital del departamento colombiano del Norte de Santander— atacan a la moneda venezolana, y los grandes daños llegaron más allá del límite con el ataque a militares venezolanos”, dijo el mandatario al responder la consulta que le hiciera el periodista de Prensa Latina, agencia de noticias cubana, quien le preguntaba sobre el cálculo en el lapso de tiempo para la reapertura de uno de los pasos fronterizos más dinámicos de América Latina.

“Cuando se creen condiciones mínimas para que la frontera funcione como una zona de paz, daremos el paso (de reabrir la frontera)”, apuntó.

El presidente Maduro además agregó que el cierre de la frontera busca curar los graves daños que se han impuesto en la vida fronteriza de los dos países.

De igual manera, el jefe del Estado confesó con franqueza y objetividad no creer que en el corto plazo se efectúen los cambios pertinentes, pues se requiere de un gran esfuerzo, por ejemplo la captura de los autores del reciente ataque a los militares venezolanos, así como la desarticulación de los grupos armados que han encontrado en territorio venezolano, y específicamente en los municipios Bolívar, Junín, Pedro María Ureña, Capacho Viejo y Nuevo y Rafael Urdaneta su zona de asentamiento.

Prevalece el respeto

La soberana decisión del Gobierno Bolivariano de decretar el estado de excepción y de cerrar algunos de los pasos fronterizos con Colombia, ha sido malinterpretada por la opinión pública de ese país, que se ha dejado imponer las matrices generadas a través de las redes sociales, especialmente en Twitter.

Así lo refirió el mandatario, quien colocó como ejemplo los videos falsos que han sido difundidos, haciendo creer que soldados venezolanos vejan a los ciudadanos colombianos que han sido deportados por estar en condiciones de ilegalidad. Las imágenes correspondían a otra nación, pero casi logran que las autoridades neogranadinas emitieran un comunicado de repudio.

“Hay un estricto respeto a nuestro pueblo y pueblos hermanos, así están entrenados nuestros soldados, ese video forma parte de la campaña de odio contra el pueblo venezolano; luego dijeron que habíamos separado a unos niños de sus padres y la cancillería colombiana lo daba por cierto… se investigó y se determinó que era falso”, agregó que para repatriar es imposible que suceda eso, se da tratamiento cuidadoso y cercano a uno por uno, caso por caso; sin embargo ya en Colombia lo daban por cierto”.

Añadió que Venezuela busca reiniciar una nueva etapa para liberar nuestra frontera y ejercer soberanía plena y libertades económicas.

Dejó claro que a los hermanos colombianos que trabajen en Venezuela, así como los que estudian, entre otros casos, se les respetarán sus derechos dentro de un estado de excepción profundamente humanista y bolivariano.

Por Marynés Ladera

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