Cultores internacionales: Venezuela es trinchera de resistencia y esperanza para pueblos del mundo

Desde el Teatro Teresa Carreño, en Caracas, durante un encuentro que sostuvo el presidente de la República, Nicolás Maduro, con intelectuales, artistas y movimientos sociales internacionales, el Senador chileno Alejandro Navarro dio lectura a un comunicado emitido por cultores del mundo, en el que se exalta la lucha antiimperialista impulsada por el Comandante Hugo Chávez, a propósito de la conmemoración de los cuatro años de la siembra del Gigante de la Patria.

En el documento, resaltan además que «Venezuela constituye una trinchera de resistencia y esperanza para los pueblos del mundo», por su respuesta firme y pacífica, ante los reiterados ataques de las cúpulas imperiales en contra de la soberanía venezolana.

A continuación, el texto íntegro del comunicado:

Nosotros, ciudadanos y ciudadanas de diversas partes del mundo, activistas políticos y sociales, líderes populares, pensadores y creadores, amantes de la paz y la justicia social, creyentes en la solidaridad y la convivencia entre los pueblos y naciones; reunidos en Caracas, con motivo de conmemorarse cuatro años de la desaparición física del Comandante Hugo Chávez Frías, líder de la Revolución Bolivariana, declaramos al mundo:

Manifestamos nuestro respeto y reconocimiento a la vida, pensamiento y legado de Hugo Chávez como líder popular, antiimperialista, forjador de una visión de esperanza para la humanidad, y en especial para los pueblos del mundo.

Reconocemos en la Revolución Bolivariana un proyecto político humanista, incluyente, una auténtica democracia participativa y protagónica, que busca alcanzar la mayor suma de felicidad para el pueblo venezolano, y construye de manera original un nuevo modelo civilizatorio basado en el trabajo, la igualdad, la libertad y la justicia social, constituyéndose en una alternativa real y posible al salvaje neoliberalismo que subyuga a pueblos y naciones.

Rechazamos la salvaje campaña de falsas noticias, de manipulación y terrorismo mediático contra Venezuela que busca deslegitimar a sus autoridades, satanizar y criminalizar al proyecto político chavista y destruir el gentilicio venezolano.

Reconocemos en Nicolás Maduro Moros, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, al líder legítimo y popular que encabeza el proyecto de la democracia bolivariana, y nos solidarizamos con él ante la vil e infamante campaña contra su persona, su patrimonio moral y su condición de Jefe de Estado.

Denunciamos ante el mundo el grave peligro que amenaza a la democracia venezolana. En los actuales momentos, los poderes imperiales y transnacionales y sus aliados de la derecha hemisférica y nacional, ejecutan contra Venezuela una estrategia de agresión geopolítica, económica, cultural y diplomática dirigida a producir un inconstitucional “cambio de régimen”, esto es, derrocar al Gobierno y asaltar el poder.

Esta estrategia se reforzó a finales del año 2016 cuando quedó en evidencia que la estrategia golpista diseñada desde el parlamento venezolano y la criminal guerra económica que ha alterado todos los circuitos y procesos de producción, distribución y consumo de bienes y servicios, no había alcanzado el objetivo de sacar del poder a Nicolás Maduro y a la Revolución Bolivariana en seis meses.

Ante la heroica resistencia del pueblo venezolano, y la imposibilidad de torcerle el brazo al Gobierno Bolivariano, el imperialismo y sus serviles operadores políticos, económicos y mediáticos aceleran los planes desestabilizadores. La estrategia establece, como paso previo, el aislamiento internacional del Gobierno venezolano, el posicionamiento en la opinión pública mundial de una supuesta crisis humanitaria y de quiebre del proceso democrático, todo lo cual obligaría a la comunidad internacional a intervenir en Venezuela para “salvar al pueblo venezolano”.

Este plan, denunciado reiteradamente por la República Bolivariana de Venezuela, comienza a ver sus concreciones con la operación de los gobiernos de derecha de la llamada Triple Alianza, de Macri, Temer y Cartes, a semejanza de la Triple Alianza del siglo XIX que, con el financiamiento del imperialismo británico y la ejecución de las oligarquías regionales, destruyeron a la Primera Revolución Radical Autónoma en el Paraguay y que hoy intentan hacer lo mismo con la Revolución Bolivariana.

A ese mismo fin sirve la renovación, durante los últimos días del administración de Barack Obama, de la criminal Orden Ejecutiva que califica a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de los EE.UU y abre caminos para todo tipo de agresiones, incluyendo la agresión militar

A ello se suman, las sanciones de la Oficina de Control de Activos del Departamento del Tesoro contra el vicepresidente ejecutivo de Venezuela; la reciente emisión del informe “Estrategia Internacional del Control de Narcóticos 2017”, elaborado por el Departamento de Estado, y la decisión del Senado estadounidense que solicita abiertamente la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Venezuela, así como declaraciones de diversos Gobierno de Derecha en el mundo, coaligados en criminal cruzada contra el pueblo y la democracia venezolana.

En esta estrategia, el rol de verdugo ha sido asignado a Luis Almagro, infame Secretario General de la Organización de Estados Americanos y oscuro peón de la Derecha Internacional, derrotado en 2016 en sus pretensiones injerencistas. A Almagro le ha sido encargado el rol de ejecutor de un plan que poderosos lobbys y poderes transnacionales desde los centros de poder imperial han diseñado para presionar a los países del hemisferio a que cometan una infamia histórica similar como la que se ejecutó contra Cuba en 1962: agredir a Venezuela aplicándole la Carta Democrática Interamericana.

Denunciamos al mundo que esta operación para aislar, condenar y sancionar a Venezuela en marcha y avanza de forma peligrosa y acelerada. Este hecho inaudito abriría las puertas a una eventual intervención internacional contra Venezuela, cuyo único fin es destituir al Gobierno legítimo, acabar con la Revolución Bolivariana y entregar el país –como ya hacen los Gobiernos de la Derecha en América Latina- a la voracidad de los poderes mundiales.

Venezuela vive una hora decisiva. Como afirma la Declaración de la 14ava Cumbre del Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) en Venezuela se libra la nueva Batalla de Ayacucho. La batalla por la segunda independencia de los pueblos de América Latina y el Caribe o la posibilidad de su recolonización.

La contrarrevolución neoliberal en el hemisferio constituye un fenómeno que pretende dividir nuestros pueblos y naciones y destruir el proceso de integración social, cultural que extraordinario dió frutos históricos en la última década. La década ganada, como ha dicho el compatriota Rafael Correa. El imperialismo sabe que sólo dividiendo a los pueblos y naciones de América Latina y el Caribe podrá aspirar a recomponer su hegemonía en la región.

Venezuela constituye una trinchera de resistencia y esperanza para los pueblos del mundo y un faro de luz frente al saqueo de los pueblos que, mediante la guerra y el intervencionismo, llevan a cabo los modernos imperialismos.

Como lo ha alertado el presidente Maduro, una eventual caída de la Revolución Bolivariana generará una crisis humanitaria sin precedentes en América Latina al bloquearse los mecanismos de integración, de cooperación energética y de comercio justo que motoriza Venezuela y que ha permitido el despertar de la región.

Alertamos al mundo a las fuerzas progresistas del mundo para denuncien en sus países este macabro plan contra América Latina, el Caribe y contra la Patria de Simón Bolívar, Libertador de América.

Desde cada una de nuestras posiciones denunciaremos este nuevo Plan Cóndor, esta nueva agresión imperial contra un país latinoamericano y caribeño, y promoveremos la solidaridad activa con Venezuela.

Llamamos a los pueblos del mundo a practicar la solidaridad activa con el hermano pueblo venezolano.

Exigimos a los medios de comunicación a cesar las campañas de falsas noticias sobre Venezuela.

Llamamos a los organismos internacionales no pisotear la Carta de las Naciones Unidas, a rechazar la macabra maniobra que se pretende montar en la OEA, y a respetar los sagrados principios de autodeterminación de los pueblos y no injerencia en los asuntos internos.

Exigimos a los organismos internacionales respetar la soberanía y la dignidad de un pueblo, digno, pacífico y amoroso que sólo reparte solidaridad por el mundo. Y dejar a Venezuela resolver sus asuntos conforme a sus propias leyes y al diálogo político y social que está en marcha, y al cual damos nuestro respaldo.

Hace cuatro años el Comandante Hugo Chávez en su última proclama al pueblo venezolano alertó: “No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para, mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria. No, no podrán…”

Y como mensaje a su pueblo dictó la línea a seguir: “Ante esta circunstancia de nuevas dificultades, del tamaño que fueren, la respuesta de todos y de todas los patriotas, los revolucionarios, los que sentimos a la Patria hasta en las vísceras (…) es unidad, lucha, batalla y victoria».

Hoy, a cuatro años de su siembra en la eternidad, decimos con Chávez y junto al hermano pueblo venezolano:
¡Sólo unidos seremos libres!

¡Detengamos la agresión contra la Patria de Simón Bolívar!

¡Solidaridad activa con la Venezuela humanista y revolucionaria”.

¡Qué viva Hugo Chávez!

¡Qué viva la Revolución Bolivariana!

¡Qué viva el pueblo venezolano!

¡Chávez vive, la Patria sigue!

¡Viviremos y Venceremos!

Caracas 6 de marzo 2017.

 

Prensa Mippci

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