EFEMÉRIDES | Fiestas en honor al Santo Cristo de La Grita

Cada 6 de agosto, en los Andes venezolanos, concretamente en La Grita, estado Táchira, cientos de devotos tributan a su patrono: El Santo Cristo.

La devoción al Santo Cristo de La Grita es una manifestación religiosa de profundo arraigo en el país. Se celebra en esta población, capital del municipio Jáuregui, desde el año de 1610. Este año se cumplen 408 años de su aparición.

Año a año se realiza una peregrinación hasta la ciudad de La Grita, saliendo desde San Cristóbal, capital de la entidad, cumpliendo un trayecto de unos 70 kilómetros de distancia, en aproximadamente 18 horas.

Desde hace más de cuatro siglos, miles de peregrinos de diferentes lugares del país acuden a La Grita a honrar, venerar y cumplir promesas frente al milagroso Santo Cristo de La Grita, en la Basílica del Espíritu Santo y en el nuevo Santuario del Santo Cristo de los Milagros de La Grita.

La celebración al Santo Cristo de La Grita destaca entre las ferias y fiestas tradicionales de Venezuela, siendo una de las manifestaciones religiosas más grandes de toda América.

En 1610, a causa del terremoto que destruyó la ciudad de La Grita, los frailes franciscanos tuvieron que trasladarse a un campo llamado Tadea. Iba entre ellos, un escultor que se distinguía más por su piedad que por sus vuelos artísticos. Se llamaba Fray Francisco.

Aterrorizado con el terremoto que en pocos instantes redujo a polvo la población naciente, ofreció al cielo, dice la tradición, hacer una imagen del crucificado, para rendirle culto especial y consagrarle la nueva ciudad.

Puso manos a la obra, trazó en un gran tronco de cedro la divina imagen, tomó el hacha y la azuela y empezó a trabajar. Pronto se exhibió una figura humana, pero que no tenía los lineamientos característicos del Cristo moribundo. Pasaban días y días y Fray Francisco no podía interpretar aquella expresión sublime. Una tarde después de suspender los trabajos se puso en oración: un éxtasis profundo lo embargó y cuando volvió en si, ya a altas horas de la noche, oyó que en la pieza de su trabajo golpeaban los formones y el raedor pasaba por las fibras de la madera.

Se acercó y algo como una figura humana envuelta en una ráfaga de luz, salió a través de la puerta, encandilándole los ojos. Le contó a sus hermanos y a los primeros albores del día, después de la oración matinal, se dirigieron todos al lugar donde estaba la imagen y la encontraron terminada.

Fray Francisco lloró entonces de placer. En aquella faz divina estaban los rasgos que el había concebido y que le fue posible expresar. Esa imagen es el Santo Cristo de La Grita, cuyos portentosos milagros llenarían volúmenes si se fuesen a narrar y cuya hechura se atribuye en parte a un Ángel.

Desde ese momento, la imagen se ha convertido en objeto de veneración para niños y adultos, por los milagros que le atribuyen. Actualmente el Santo Cristo reposa en la Basílica Menor de La Grita y durante los primeros días de agosto en procesión recorre todo el pueblo y recibe homenajes por parte de los miles de feligreses que se trasladan hasta La Grita.

Para estas festividades, la imagen se viste de gala. El altar se llena de hermosas y coloridas flores y su perizoma es confeccionado por personas quienes son escogidas por la cofradía y el Presbítero de La Grita, para agradecerle a la imagen por los milagros realizados.

Tras cumplirse 400 años del Santo Cristo de La Grita, el Comandante Hugo Chávez, declaró Monumento Nacional y Patrimonio Cultural a la Basílica Menor del Espíritu Santo y Santuario del Santo Cristo de La Grita.

El 5 de septiembre del año 2010, el líder de la Revolución bolivariana, luego de recorrer los pueblos de La Fría y Seboruco, en el estado Táchira, se detuvo en La Grita para compartir con sus habitantes. Este encuentro sirvió como marco para la firma del decreto que establece al Santo Cristo de La Grita como Monumento Nacional.

El documento contempla que no podrá ejecutarse ningún trabajo de reparación, restauración o cambio alguno que desvirtúe y desnaturalice el sentido y concepto original y de los elementos integrantes de su entorno o área circundante, entre otras disposiciones que buscan preservar la historia de este recinto religioso.

Oración al Santo Cristo de La Grita

Cristo amoroso que en la cruz clavado,
tu pecho muestra por mi amor herido.
Lava en tu sangre con eterno olvido
la mancha torpe de mi vil pecado.

Por ser fuente de bienes me has amado,
y con muerte afrentosa redimido
por serlo yo de males, te he ofendido
y tus justos preceptos quebrantado.

Tu real palabra has obligado a darme
los bienes cuando yo te los pidiera,
¡Con tan gran caridad llegaste a amarme!

¡Oye, Señor mi petición postrera!
Pues moriste por solo perdonarme.

¡Perdóname, Señor antes que muera!

Prensa Digital MippCI

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