EFEMÉRIDES | A 4 años del fallecimiento del científico venezolano Jacinto Convit

El 12 de mayo de 2014, falleció a sus 100 años Jacinto Convit, quien fue un reconocido médico, científico y humanista venezolano, nombrado «Héroe de la Salud Pública» por la Organización Panamericana de la Salud.

Convit desarrolló la vacuna contra la lepra y Leishmaniasis. Asimismo, llevó a cabo numerosas investigaciones sobre el cáncer para el cual trató de encontrar una cura.

El investigador fue conocido también por su carácter humanista en el ejercicio de la profesión médica, dedicándose con esmero a proporcionar ayuda a los enfermos y desatendidos con el fin de ofrecerles calidad de vida, así como mejores condiciones y oportunidades.

Dedicación y humildad fue la herencia que dejó el Dr. Convit, quien a pesar de su avanzada edad, todavía trabajaba en una vacuna contra el cáncer basada en terapias inmunológicas, que se mantiene en fase experimental actualmente.

Labor científica

Jacinto Convit, hijo de padre inmigrante vasco y madre venezolana, nació en Caracas, el 11 de septiembre de 1913.

Desde muy joven se destacó en los estudios, teniendo buen desempeño en materias como filosofía y matemática.

En el año 1932 inició sus estudios de Medicina en la Universidad Central de Venezuela. Posteriormente, estudió en Estados Unidos, donde en 1950 y 1951, obtuvo los títulos de Licenciado y MSc en Química en la Universidad de Delaware, mientras que en 1954, tuvo un doctorado en Química de la Universidad de Tulane, en Louisiana.

Fue por los años 60 en que Convit, estuvo interesado en lograr obtener la cura de la lepra.

Colaboró en numerosos trabajos que enfocan los aspectos bioquímicos y microbiológicos de la lepra y presentó un método original de diferenciación entre el M. leprae y las otras microbacterias.

La lepra, una enfermedad infecciosa que ocasiona lesiones en la piel, los nervios y los ojos, estuvo cubierta por un manto estigmatizante durante siglos.

En 1987, diseñó el modelo de vacunación para combatir la enfermedad contra la que luchó toda su vida, combinando la vacuna contra la tuberculosis y el bacilo Mycobacterium leprae, que Convit inoculó del armadillo, el único animal capaz de infectarse con la bacteria que provoca la lepra.

La figura del “cachicamo”, como se conoce al armadillo en Venezuela, se convirtió en referencia del médico, que coleccionó decenas de figurillas del animal.

Convit logró cambiar la orientación del tratamiento de la lepra en Venezuela, al evitar el aislamiento de los pacientes con la enfermedad, introduciendo el tratamiento ambulatorio y cerrando las leproserías.

Esos cambios se desperdigaron rápidamente entre los servicios médicos de los demás países de Latinoamérica.

El reconocido científico realizó también trabajos en la misma línea, con el abordaje de la Leishmaniasis, y mediante sus esfuerzos investigativos contribuyó con importantes avances en enfermedades infecciosas y parasitarias.

Sus trabajos en este aspecto, le valieron el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica por su labor en los campos de la medicina y el área científica en 1987.

Tras sus investigaciones en enfermedades infecciosas y parasitarias, Convit venía desarrollando en sus últimos años investigaciones en el establecimiento de procedimientos de inmunoterapia en la patología del cáncer.

En el año 2003, la Asamblea Nacional venezolana aprobó por unanimidad un proyecto de reconocimiento a sus trabajos, enmarcado en el centenario de su nacimiento, vida y obra.

El 28 de febrero de 2011, recibió la condecoración de La Legión de Honor, la más alta distinción honorífica de la República Francesa.

“El premio Nóbel no me quita el sueño, la cura contra el cáncer sí”, llegó a decir el médico.

Prensa Digital MippCI

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