El médico parasitólogo y entomólogo que desarrolló una intensa lucha para la erradicación de la malaria en Venezuela, Arnoldo Gabaldón, falleció en Caracas, el 1 de septiembre de 1990, a la edad de 81 años.
Hijo de Joaquín Gabaldón y Virginia Carrillo Márquez. Se graduó de bachiller en filosofía en 1928. Para 1930 obtiene el doctorado en Ciencias Médicas en la Universidad Central de Venezuela. Al año siguiente recibe el certificado de especialista en el Instituto de Enfermedades Tropicales de Hamburgo (Alemania), viajando posteriormente a los Estados Unidos en calidad de becario de la Fundación Rockefeller; en la Universidad de John Hopkins de Baltimore se doctoró en ciencias de higiene con mención especial en protozoología (1935).
Al año siguiente se encargó de la Dirección Especial de Malariología en el recién creado Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, después División de Malariología de la cual fue jefe hasta 1950, y asesor de la Dirección General de Malariología y Saneamiento Ambiental hasta 1973, fecha en que se jubiló. A partir de este momento fue nombrado asesor emérito del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, y director del Laboratorio para Estudios sobre Malaria, cargo Ad Honorem que ocupó hasta su muerte.
Lucha contra la malaria
Comienza a usar sus «tácticas militares» contra la malaria y en una conferencia dijo:
«El capitán que no conoce a fondo el frente dominado por el enemigo, abocado está a una derrota, o por lo menos a no conseguir victoria alguna».
La lucha contra la malaria comenzó examinando más de 100.000 niños de las zonas bajas de Venezuela, se examinan más de medio millón de mosquitos con sus larvas para definir la geografía de los vectores, se realizan más de tres millones de visitas buscando enfermos y se realizan 8.000 exámenes microscópicos para la detección del Plasmodium. Así se define el problema y se concluye que son los llanos venezolanos los más afectados y que son los charcos y pantanos los principales criaderos de los anofelinos.
Por otra parte, se repartieron gratuitamente casi cinco millones de tratamientos con quinina con sus respectivas instrucciones, a través de los empleados de telégrafos y correos y los directivos y subalternos federales o estadales. Viaja a todos los pueblos de Venezuela para comprobar personalmente la gravedad del mal y ésto lo hace vestido de Kaki y con botas como un obrero.
Reconocimientos
Recibió numerosas condecoraciones tales como:
- Orden del Libertador.
- La Cruz de Boyacá.
- Premio y Medalla Darling.
- La prestigiosa condecoración «Plato Dorado» entregada por la Academy of Achievement de California, por haber vencido la batalla contra el vector de la malaria.
Publicó más de ochenta trabajos científicos y fue consultado por Brasil, Turquía, La India y otros países sobre la erradicación del paludismo. Se transformó en un insigne científico cuyo nombre aparece en enciclopedias y textos científicos. Siempre se alejó presuroso del protocolo y muchos lo consideraban como un mito.
El 15 de febrero de 1989 se dispuso por un decreto ejecutivo, que con el fin de celebrarse el octogésimo aniversario de su nacimiento que se editara su obra escrita; se emitiera una estampilla postal con su efigie, y se pusiera su nombre al complejo de edificios que conformarían la Dirección de Malariología y Saneamiento Ambiental de Maracay.
Prensa Digital MippCI