El simulacro electoral del pasado 2 de septiembre de 2012 demostró la capacidad y la transparencia de nuestro poder electoral, pero además también nos dejó ver el nivel de madurez política que el pueblo venezolano ha adquirido en estos años.
Se ha fortalecido el Estado y sus instituciones, el Poder Electoral dio un paso gigantesco en su transformación y adaptación a los nuevos tiempos; se han roto los paradigmas de la participación, atrás quedó el fantasma de la abstención, hoy los procesos no sólo son legales sino legitimos.
La movilización de la militancia de los partidarios de este proceso revolucionario fue impresionante y es que en estos momentos de la historia mundial, en el que la vida misma de la especie humana está en peligro y que lo único que puede salvarnos son los más elevados sentimientos de amor; el pueblo venezolano está demostrándole al mundo que otro mundo sí es posible.
La desmovilización de la derecha responde a su condición prepotente de creer que el pueblo se vende, que el dinero compra todo, no bastan fastuosos toldos y propaganda costosa, el pueblo venezolano ya no se deja engañar con espejismos.
La otra cuestión es que este sector de la gran burguesía tiene otros planes, que no son precisamente el de acatar las leyes y reconocer al árbitro, es por esto que debemos estar alertas y sobre todo fortalecer nuestra conciencia, salir masivamente organizados como se demostró en el simulacro, a defender este proceso liberador.
No hay otra motivación que no sea el compromiso y el amor por este proceso lo que moviliza y mantiene firmes en la lucha a nuestra clase, es el amor lo que nos va a mantener parados sin desmayar este 7 de octubre, día en el que haremos historia, día en el que le mostraremos al mundo cómo es que en Venezuela los venezolanos estamos “Templando el Acero” como dice el titulo de esa gran novela de Nikolas Ostrovski.
CCS Caracas/ Antonio Blanco Sequera
